Los secretos de la gestión de la gama de perfilados de BNP Paribas

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rustman, Flickr, Creative Commons

La gama de perfilados de BNP Paribas Gestión de Inversiones, la gestora de la banca privada del grupo francés en España, está a punto de cumplir dos años bajo su nueva política de inversión, de la que está al mando Silvia García-Castaño, Head of Global Portfolios.

El boom de esta categoría de fondos también se ha dejado notar en esta entidad que, sólo por suscripciones netas en 2014, incrementó sus activos en más de 15 millones de euros. El inicio de año también ha traído nuevas captaciones, cercanas a los 3 millones, acercándose el patrimonio total de la gama compuesta por tres vehículos a los 135 millones. Entre ellos, el BNP Paribas CAAP Equilibrado es el que más volumen reúne, en concreto 69 millones.

Estos fondos de asset allocation realizan una gestión global, sobre todo en renta variable, y más orientada a Europa en renta fija, aunque también se invierte en activos de este tipo fuera de la zona euro, matiza García-Castaño. Se trata de tres fondos, el BNP Paribas CAAP Moderado, Equilibrado y Dinámico, que “permiten una diversificación internacional”, comenta.

Para formar las carteras, explica, todo parte del comité internacional de asignación de activos del grupo donde “se establecen los escenarios más probables y surge un marco de inversión que se completa localmente bajo su margen de actuación”. Una vez definidos los activos por los que apostar, se pasa a elegir a través de qué vehículos implementar la estrategia.

A la hora de seleccionar unos u otros, utilizan su plataforma internacional FundQuest Advisor, encargada de analizar la parte cuantitativa y fundamental del universo de fondos global. Este grupo de profesionales realiza la due dilligence operacional, muy enfocada en que no haya riesgos en este aspecto y es capaz de “vetar decisiones de inversión”. De aquí sale una lista fondos recomendados que, de forma local, se encargan de completar discrecionalmente, siempre bajo la aprobación del equipo de riesgos.

Se trabaja bajo un esquema de arquitectura abierta con más de 60 gestoras internacionales dirigida a encontrar “buenos gestores para cada categoría de activos”, señala.  Los criterios que más en cuenta se tienen son -básico- que tengan una antigüedad de tres años, un buen ratio de rentabilidad/riesgo, un nivel de información adecuada y que sea consistente con su perfil de riesgo y filosofía de inversión. En definitiva, “se busca que la combinación de fondos de la cartera reaccione como se espera de ella en función del entorno de mercado en cada momento”, determina.

Una vez completado el proceso de selección, se construyen los tres perfiles: el moderado, cuyo peso neutro en renta variable es del 20%, oscilando entre el 5% y el 30%; el equilibrado, cuya exposición a bolsa neutra es del 45%, e históricamente se ha movido entre el 30% y el 60%; y el dinámico, que de media ha estado en un 65%, y se mueve entre el 40% y el 80%.

La cartera suele estar compuesta por fondos de activos core con tracking error bajo, cuyo objetivo es batir a su índice de referencia entre el 2% y el 3%, y se completa con estilos de gestión o fondos de autor más definidos. El objetivo, indica García-Castaño, es combinar fondos de estilos diferentes que se complementen bien.

A modo de ejemplo, cuenta la gestora, en renta variable europea, donde están sobreponderados, utiliza fondos muy distintos como el JPM Europe Strategic Dividend con el Alken European Opportunities, así como el Edmond de Rothschild Europe Synergy y el Fidelity FAST Europe, combinando distintos estilos de inversión, concreta. Al mismo tiempo, toman exposición al mercado de renta variable alemán y español mediante el Deutsche Invest German Equities y el Fidelity Iberia, respectivamente. Así, detalla, combinan la visión de mercado, riesgo y conveniencia. Son más negativos en EE.UU. por valoración y todavía no han dado el paso a sobreponderar emergentes, y se mantienen neutrales frente al índice, al mismo tiempo que sobreponderan el mercado japonés.

En la parte de renta fija, donde están más negativos, utilizan en algunos casos fondos de su grupo en activos de deuda tradicional. En este sentido, justifica, “las casas francesas tradicionalmente han demostrado ser buenas en la gestión de la renta fija”. Actualmente, favorecen la deuda corporativa frente a gobiernos y combinan con otras ideas como convertibles, deuda emergente en moneda local y deuda subordinada bancaria.

Por otro lado, en activos como retorno absoluto, subraya que no suelen invertir en ellos salvo que sean fondos muy puros con apuestas muy direccionales en renta fija o renta variable.

Su gama de perfilados tienen una rotación moderada, que históricamente ha dependido más de la asignación de activos que de la selección de gestores, aclara; y suelen tener entre 20-30 posiciones.