Los fondos indexados pueden ser más adecuados que los ETF para determinadas estrategias

Actualmente, la gestión pasiva a través de ETF se ha convertido en una parte importante de la estrategia de los inversionistas institucionales latinoamericanos. Por ejemplo, el 23% de la inversión extranjera de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) de Chile está en ETF, mientras que la cifra supera el 40% de los activos en el extranjero, en el caso de sus homólogos colombianos. Sin embargo, los ETF no son los únicos instrumentos de gestión pasiva disponibles para las estrategias de inversión. Nos embarcamos en la batalla de los ETF vs fondos indexados.

Los fondos cotizados o ETF unifican en un mismo producto las ventajas de la inversión en acciones (sencillez, liquidez, cotización continua en la Bolsa), con aquellas que ofrecen los fondos indexados tradicionales (diversificación, exposición a un sector o a un país con un único producto). Los fondos cotizados y los indexados pueden parecer equivalentes, "si bien en realidad son complementarios y la elección requiere de un análisis detallado", explica Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM en Iberia y Latam. Así, comenta que, en su opinión, "para una gestión pasiva estructural es mejor un fondo indexado, mientras que para posiciones tácticas y operaciones intra-día puede convenir un ETF".

Es decir, los ETF son de gran utilidad para los inversionistas que están más interesados en las plusvalías inmediatas que en el precio, que tienen un horizonte de inversión a corto plazo, y la habilidad para aprovechar la volatilidad de los mercados. En cambio, los fondos indexados de réplica completa (como los que ofrece Pictet AM) pueden ser más adecuados para inversionistas que desean que su inversión refleje exactamente las acciones del índice, que tienen un horizonte de inversión a largo plazo, y que son sensibles al riesgo de contraparte.

Aspectos a considerar cuando se invierte en ETF

Además, hay algunos riesgos relacionados con los ETF que es importante tener en cuenta a la hora de invertir en estos instrumentos. Por ejemplo, "los fondos indexados son más transparentes en costes, aunque las comisiones de gestión de ETF, dependiendo del activo o región, suelen ser de media ligeramente más baratas". Sin embargo, no hay que olvidar que hay costes que no se reflejan en los TER de los ETF, como gastos por transacciones, coste de colaterales, pagos extraordinarios a proveedores de índices y tasas públicas adicionales en mercados organizados.

Otro punto a considerar son los riesgos de contraparte. "Determinados ETF, como los de réplica sintética, llevan a cabo un intercambio de flujos financieros y préstamo de valores, con riesgos de contraparte relacionado a la posibilidad de que un tercero no haga frente a sus compromisos", apunta Rengifo. Así, "en caso de eventos extraordinarios el inversor puede encontrarse con que la liquidación de su ETF depende de un colateral cuyo comportamiento real difiere sustancialmente del previsto, alejándose del índice o cuya recuperación puede ser problemática", explica Reginfo.