Los fondos estadounidenses de renta fija mantienen su apuesta por Venezuela pese a las fuertes caídas

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ruurmo, flickr, Creative Commons

Ni la escasez de alimentos, ni la inflación desbocada, ni los precios del petróleo parecen asustar a los fondos de inversión con exposición a la renta fija venezolana. Pese a que los bonos del país caribeño perdieron casi un 30% de su valor el año pasado –como consecuencia, principalmente, de la caída del precio del petróleo–, muchas gestoras estadounidenses mantienen fuertes posiciones en el país en sus fondos de deuda de mercados emergentes.

Según Reuters, fondos como el Fidelity New Markets Income Fund, el TCW Emerging Markets Income Fund o el T. Rowe Price Emerging Markets Bond Fund mantienen posiciones sobreponderadas en el país (del 6,41%, el 5% y el 7,1%, respectivamente) frente al 4,78% del índice de referencia, el JPMorgan Emerging Markets Bond Index.

De momento, la reputación de buen pagador pesa más que la amenaza de quiebra. “Si Chávez nos enseñó algo, fue a cumplir con nuestros compromisos”, afirmaba enfáticamente el ministro de Finanzas venezolano, Rodolfo Marco Torres, durante una reunión celebrada el mes pasado con gestores de fondos extranjeros. Lo cierto es que, según Moody’s Investors Services, Venezuela solo ha incumplido sus obligaciones una vez desde 1983. Fue en 1998, cuando se retrasó una semana en el pago de 270 millones de dólares en bonos denominados en bolívares y comprados por residentes locales.

Venezuela –incluida la petrolera estatal, PDVSA– mantiene cerca de 62.000 millones de dólares en deuda denominada en la divisa yanqui (datos de Thomson Reuters). Los tenedores de bonos del país valoran positivamente la devaluación que implica el nuevo sistema cambiario aprobado recientemente, ya que servirá para liberar dólares que el gobierno necesita para repagar su deuda. Aún así, Thomson Reuters sitúa la probabilidad de impago en los próximos cinco años en el 94%, y del 33,4% en los próximos seis meses.