Los cambios que se estudian para el sistema previsional chileno

La tasa de desempleo, y el envejecimiento de la población son dos factores que pueden provocar la insostenibilidad de los sistemas de pensiones de la mayor parte de la OCDE. En el caso de Chile, se ha conseguido disminuir la tasa de desempleo en los últimos años, aunque sigue siendo un reto importante. Según datos del INE de Chile para el trimestre noviembre 2012 –enero 2013, la tasa de desocupación era del 5,1% para los hombres, y del 7,3% para las mujeres. Mientras, en el mismo trimestre de 2010-2011, la tasa era del 6,3% para ellos, y del 8,9% de la población femenina.

En cuanto al envejecimiento de la población, mientras que en 2002 las personas mayores de 65 años alcanzaba el 1,1 millones de personas, en 2012 la cifra asciende a 1,6 millones. Así, el porcentaje de aporte a mayores de 65 años ha ascendido del 17,81% al 20,74% en 2012.

Visto lo cual, y ante la mejora en la tasa de desempelo, una de las opciones para mejorar el sistema de pensiones pasa por incrementar la edad de jubilación. Actualmente se sitúa en los 60 años para las mujeres (la más baja de la OCDE), y de 65 para los hombres. Ésta opción es una de las más secundadas en el resto del mundo, y la recomendada por la OCDE en su último informe.

La opción de las AFP

Actualmente, la tasa de cotización del trabajador afiliado al sistema de capitalización individual (AFP), es del 10 % de la renta imponible. No obstante, la capitalización individual obligatoria no es la única vía por la que se contribuye a la pensión futura, sino que existe una opción de ahorro voluntario (APV) complementaria a la anterior, que se intenta promocionar.

Para el monto percibido una vez llegue la jubilación del previsionado, se plantea aumentar la tasa al 13%. Ésta es la opción preferida de las AFPs, ya que las mujeres están posponiendo la edad con la que se jubilan, en vez de los 60, a los 62 años.