“Los bonos cotizan más caros que las acciones, pero el inversor seguirá en renta fija”

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Sigfrid Lundberg, Flickr, Creative Commons

“La renta fija parece estar cotizando cara con respecto a la renta variable, si bien los bonos son inherentemente menos volátiles que las acciones. En este sentido, es muy posible que la bolsa ofrezca unas valoraciones más atractivas, aunque pocos inversores están dispuestos a aceptar la volatilidad que acompañan a las carteras que se centran en esta clase de activos”. Así al menos lo cree Russ Koesterich, director de inversiones de iShares, quien considera que, pese a todo, “el inversor seguirá manteniendo un posicionamiento muy significativo en los bonos”.

En un artículo publicado en su blog en el que el experto responde a las preguntas de sus lectores, Koesterich apunta sin embargo a la conveniencia de aumentar la exposición a la renta variable y reducir al mismo tiempo el peso de los bonos. El dicho de ‘vende y mayo y sal corriendo’ es, a su juicio, un mito. “Tomando como referencia los retornos ofrecidos por la bolsa desde 1896, el sesgo estacional no muestra una tendencia clara, aunque mayo y junio suelen ser meses débiles y septiembre un periodo muy negativo”, asegura. En lo que respecta a julio y agosto, la rentabilidad media de la bolsa es del 1,33% y del 1,24%, respectivamente.

En el mercado de renta fija la historia es diferente. “Los treasuries estadounidenses cotizan artificialmente caros, mientras que los bonos con grado de inversión están en niveles particularmente baratos”. En este punto, Koesterich estima que la rentabilidades reales negativas que arrojan los bonos del Tesoro de Estados Unidos invitan a infraponderar el peso de esta clase de activos y elevar el de otras categorías, como el ‘investment grade’. En cuanto al atractivo de los bonos con grado de inversión con respecto al high yield, el director de inversiones de iShares cree que los spreads están todavía muy por debajo de su media a largo plazo.