Londres en el Siglo XIX, New York en el XX…Singapur en el XXI

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Oscar Alvarez

Recién llegado de Singapur, donde he participado como speaker sobre asset allocation en las conferencias Private Banking Asia 2015 organizadas por Terrapinn, no puedo dejar de pensar en las enormes diferencias de la industria asiática de private banking con la europea convencional.

Los hechos son demoledores. Si establecemos un centro imaginario en el norte de Tailandia y con un compás trazamos una circunferencia de unos 3.000 kilómetros de radio, la población que habita dicha área es superior en número a la  que vive en el resto del mundo.

Si añadimos el crecimiento importante de la riqueza en los últimos 25 años de muchos países de la zona,  una cultura que premia el esfuerzo, una población joven preparadísima y  el incremento mayor del mundo en cuanto a individuos UHNW, ya tenemos las bases para la existencia de industrias de private Banking y asset management potentes. Si todo ello lo aderezamos con las virtudes que ofrece Singapur: un marco regulatorio y normativo acogedor pero sólido, seguridad jurídica para las inversiones y regímenes fiscales y normativos business-friendly el resultado no puede ser más prometedor.

Singapur se convierte en el hub de servicios financieros del Sudeste Asiático, recibiendo  a los principales generadores de riqueza de Indonesia, Tailandia, Corea e India y los más sorpresivos flujos chinos que huyen de la inestabilidad de Hong Kong así como de Nueva Zelanda y Australia.

Los segmentos en Singapur son muy variados. Desde la banca privada local, que da servicio desde OCBC, Bank of Singapore, DBS  y demás bancos domésticos al retail existente, hasta los bancos globales de banca privada mundial que dan servicio desde Singapur a UHNWI en toda Asia, pasando por los financial advisors a modo anglosajón que cubren el numeroso segmento de expatriados.

El método para entrar en este mercado ha de venir, evidentemente, por cierta presencia local. Existen muchas posibilidades en función del negocio que se pretenda, desde una simple comercialización de fondos, hasta el establecimiento de gestoras locales o de licensed financial advisors. También es deseable que el producto/servicio que se pretenda ofrecer sea robusto, la competencia puede ser atroz.  Lo que parece seguro es que a medida que avance el siglo XXI, el centro financiero mundial puede perfectamente acabar situado en la circunferencia que hemos dibujado al inicio.

PD:  Por otra parte, hay que advertir que los habitantes de Singapur son gente de orden. Durante mi estancia detuvieron a 2 jóvenes mochileros de la próspera y rica Alemania pintando grafittis en los vagones del MRT (el metro local). Al tercer día los pillaron. Sentencia contundente: 9 meses de cárcel y 3 strokes of the cane…latigazos.

Poca broma con esta gente.