Lo que ha pasado y lo que vendrá

Los precios del oro bajaron en la mayoría de las divisas durante el segundo trimestre del 2012, con excepción del euro, el franco suizo y la rupia india, debido en parte a un dólar estadounidense fuerte. A pesar de una reducción del 3,8% en el precio del oro durante el segundo trimestre (1.598,50 dólares/onza London PM fix), el oro subió 4,4% en la primera mitad del año. La volatilidad se mantuvo alta en medio de un periodo plagado de eventos de riesgo. En general, el oro superó los activos de riesgo.

Incluso los activos que por tradición son considerados seguros están bajo presión. Incluso el franco suizo, el yen y los bonos del Tesoro de Estados Unidos están enfrentando dificultades en su papel como activos de último recurso. No obstante las presiones en el precio del oro, su falta de riesgo crediticio, su liquidez y sus características de diversificación hacen del oro un vehículo atractivo para la conservación patrimonial a largo plazo.

La correlación entre el oro y los activos de riesgo se aproxima a los promedios de largo plazo, lo que ayuda a la diversificación de portafolio. El aumento de la correlación entre el oro y las equities en el primer trimestre fue un efecto indirecto de una economía global más débil unida a un dólar más fuerte.

Perspectiva para la segunda mitad del 2012

La preocupación por la deflación en algunos países da pie a mayores estímulos fiscales y monetarios. Esto puede conducir a una mayor depreciación de divisas a través de políticas monetarias no convencionales y un aumento de riesgo de inflación en el futuro. Estos factores pueden ser la base de una inversión futura en oro.

Los problemas estructurales que afectan a la Eurozona continúan sin solución, a pesar de la creación de mecanismos para compartir las cargas. En un ambiente así de incierto y con un mercado altamente volátil, el oro seguirá siendo un activo utilizado por los inversionistas para diversificar riesgo y preservar el capital.

El movimiento hacia el dólar como refugio seguro durante el primer semestre puede reversarse. El dólar enfrentará grandes retos en la segunda mitad del año, entre ellos el debate sobre el techo de la deuda en el tercer trimestre y las elecciones en noviembre. Con la mayoría de divisas bajo algún tipo de presión, es probable que el oro proporcione mecanismos de diversificación para los inversionistas.