Lo que al inversor le debe y no le debe preocupar de la economía de Estados Unidos

Rob_Wescott
Foto cedida

¿Qué debemos esperar de la evolución de la primera potencia económica del mundo? Para responder a esta cuestión, nada mejor que preguntarle a Robert Wescott, presidente de Keybridge Research, empresa dedicada al análisis económico y financiero, y Asesor del Comité de Asignación Global de Activos de Pioneer Investments. En su dilatado currículum vítae destaca el hecho de haber actuado como experto ante los comités del Congreso de Estados Unidos sobre cuestiones de política económica, financiera y energética y el haber trabajado entre 1999 y 2001 como ayudante especial de política económica en la Casa Blanca. Por ese motivo, su opinión merece la pena ser tenida en consideración.

En la Sesión Anual de Expertos celebrada por la entidad en la Casa de América, Wescott quiso tocar todas las oportunidades y desafíos que encara Estados Unidos. En términos generales, hay más luces que sombras. “La clave es la recuperación de un mercado inmobiliario que, después de haber estado en una gran depresión, podría sumar ahora entre dos y tres puntos al crecimiento del PIB estadounidense en los próximos dos años”, afirma. Pero hay más. “El crecimiento de las exportaciones de un país es lo que marca la evolución del PIB. Estados Unidos exporta a Reino Unido y a la eurozona, pero también a China y a los emergentes”, señala el experto.

“La economía estadounidense no es perfecta, pero está creando empleo”. Los datos económicos experimentan, a su juicio, una clara mejoría. Uno de los que le resulta más interesantes es la venta de vehículos, cifra que actualmente está muy cerca de lo niveles considerados normales. La incertidumbre política ha quedado atrás y eso es algo que, en su opinión, supondrá menos palos en las ruedas. “Cuando los CEOs creen que se puede producir un relevo político, aparcan sus planes y guardan efectivo hasta saber quién será el inquilino de la Casa Blanca. Esperamos que las empresas estadounidenses se gasten entre 60.000 y 70.000 millones de dólares en inversiones tras las elecciones”.

Respecto al abismo fiscal, otro de los riesgos que sobrevuelan al mercado americano, el experto Wescott asegura que, si esto fuera un partido de fútbol, estaríamos en el tiempo de descuento. “Estados Unidos no ha solucionado el problema. Simplemente se ha aplazado hasta marzo”. Según explica, el apoyo en las últimas elecciones al ‘Tea Party’, la familia más dura del Partido Republicano, ha disminuido. Ese es, en su opinión, el motivo por el que están dispuestos a prolongar durante el primer trimestre del año las negociaciones. De todos modos, el experto tiene claro que la probabilidad de impago de la deuda pública estadounidense es muy baja.

Más preocupado se muestra por el impacto que la actual política monetaria de la Fed tenga en términos de inflación a partir de 2013. “Hay un claro riesgo de inflación, ya que la política monetaria favorece su aparición”. En el lado positivo está la menor dependencia energética del país. “El descubrimiento del gas natural es la historia más excitante en EE. UU”, afirma. El país se convertirá en exportador de esta materia prima, sobre todo teniendo en cuenta que sus precios son significativamente más bajos que los de sus competidores internacionales. “Impulsará su economía, beneficiando especialmente a la industria química, sector manufacturero y utilities”, revela