Leónidas Vial: “La investigación de la SVS y la formulación de cargos adolecen de graves infracciones a las normas mínimas del debido proceso”

El proceso de investigación del regulador chileno por el caso Cascada continúa adelante, y este mes han entregado sus descargos varios de los imputados. Entre otros, Leónidas Vial, socio de LarrainVial, que ha hecho públicos los descargos entregados a la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS). De esta forma, se defendía de los cargos formulados por la SVS el 31 de enero.

En primer lugar, Leónidas Vial aseguró que “la investigación de la SVS y la formulación de cargos en mi contra adolecen de graves infracciones a las normas mínimas del debido proceso y a la obligación de reserva que debe presidir estas actuaciones. Baste para acreditarlo, que fui prejuzgado en forma pública por un oficio de cargos contra otras personas, expedido con cinco meses de antelación al Oficio de Cargos en mi contra, periodo en el cual fui severamente cuestionado a través de los medios de comunicación, sin estar acusado y por lo tanto sin poder defenderme”.

Tras esto, niega haber dado motivos para los cargos contra su persona. “Jamás participé, supe ni inferí ningún eventual esquema para defraudar, como se me acusa en el Oficio de Cargos, ni tampoco conocí el origen o motivaciones de las decisiones de las Sociedades Cascada o de sus controladores, para vender acciones de las Sociedades Cascada”.

Vial justificó que invierte “en el mercado en la calidad de Inversionista Calificado, la que está reconocida en la Ley de Mercado de Valores, y que incluye a otros inversionistas habituales del mercado como las AFP, los bancos, las compañías de seguros y corredores de bolsa”. Esto se demostraría, prosigue, con “la historia de mis inversiones, siempre tuve interés en invertir en SQM, de hecho invierto en este activo desde 1993. Por lo mismo, y porque además existía un precio de descuento del activo subyacente, también me parecía atractivo invertir en acciones de las Sociedades Cascada, y cuando las oportunidades se produjeron, en circunstancias tan excepcionales como las derivadas de la crisis mundial subprime en 2008-2009, participé adquiriendo acciones, porque tenía la convicción de que sería una muy buena inversión”.

Asimismo, matizó que “durante el año 2010, Saint Thomas –una de mis sociedades de inversión- efectuó una sola operación de compra de acciones de las Sociedades Cascada, y durante el año 2011 no efectuó ninguna”.

En los cargos la SVS hizo hincapié en las utilidades conseguidas por Leónidas Vial a través de sus inversiones en las Sociedades Cascada, pero Vial contesta a esto que “el cálculo que se hace omite que un 70% de esas ganancias las obtuve en operaciones no consideradas en el supuesto esquema. Como se explica en los descargos, las utilidades fueron logradas en períodos anteriores al inicio del eventual esquema, derivadas de títulos adquiridos de terceros y vendidas a terceros, o provienen de operaciones con títulos Norte Grande, que el propio Oficio de Cargos excluyó de la investigación”.

En este sentido, Vial expresa que “en el Oficio de Cargos no se produjo ni un sólo medio de prueba en mi contra, ni siquiera la base de una presunción judicial. Toda la acusación es un conjunto de conjeturas sin base y sin prueba”. Y añade: “No tengo ni he tenido cargo, posición, actividad o relación con las Sociedades Cascada o sus controladores y Sociedades Relacionadas o Sociedades Vinculadas. En una investigación que debe ser seria y justa, las supuestas muestras de confianza que esgrime el Oficio de Cargos como prueba de pertenencia a un eventual esquema para defraudar son meras conjeturas, suposiciones y conexiones ilógicas, desproporcionadas y desmesuradas, que desvirtúo en estos descargos”.

En cuanto a las operaciones en que participó Saint Thomas, arguye que “fueron efectuadas a través de Larraín Vial, debido a una norma interna que me obliga a operar por su intermedio, y que es más exigente que la propia normativa interna de la Bolsa de Comercio de Santiago sobre la materia”.

Por otro lado, defendió que “todas las transacciones fueron cerradas a través de medios bursátiles aprobados en forma previa y por resolución fundada de la SVS, mediante órdenes que fueron ejecutadas por Larraín Vial en su función legal de corredor de bolsa”. “En todas las operaciones recibí de Larraín Vial un trato equivalente a mi condición de Inversionista Calificado, sin preferencias o ventajas de ninguna especie, en las mismas condiciones que los demás clientes de la corredora. Jamás se me informó o supe quienes eran las contrapartes de las operaciones bursátiles en cuestión”, añadió.

Para terminar, señaló que “no se tipifica a mi respecto ninguna de las hipótesis de ilícitos que contiene el artículo 53 inciso segundo de la LMV, desde luego porque jamás he efectuado transacciones por medio de actos, prácticas, mecanismos o artificios engañosos o fraudulentos”. Además, recordó para concluir que “avala mi proceder un desempeño de 40 años en la actividad bursátil, como operador, inversionista y socio de Larraín Vial y de 25 años como vicepresidente de la Bolsa de Comercio de Santiago, instituciones a las que he contribuido en su desarrollo y crecimiento. En todo ese quehacer, he dado muestras de honorabilidad y cumplimiento de la palabra empeñada”.