“Latinoamérica, aislada de las tensiones geopolíticas” según BBVA Research

Kamil Molendys, Unsplash

El primer trimestre de 2014 no está siendo muy tranquilo para los mercados. Tras un primer susto con la depreciación del peso argentino, el alza de la tensión en Ucrania con el plebiscito de Crimea marca la actualidad informativa. Sin embargo, “a pesar de las tensiones geopolíticas, las tensiones financieras en los mercados desarrollados se mantienen en la zona neutral”, expone el último informe de BBVA Research

No obstante, el servicio de estudios del banco destaca que “el índice de tensiones financieras de Europa Emergente ha aumentado en los últimos meses debido a la inestabilidad política en Ucrania y Rusia” mientras que “hay también algunos picos de tensiones financieras en China y en India”.

Las economías latinoamericanas tradicionalmente se han visto muy afectadas por los shocks ocurridos en algún país emergente. Sin embargo, BBVA Research señala que en esta ocasión “Latinoamérica permanece relativamente aislada, con México y los países Andinos mostrando una reducción de estrés financiero”.

En cuanto a los flujos de capital en las carteras, el ajuste ha continuado a lo largo del primer trimestre y se han corregido los excesos “cerca de un 12% por debajo de los niveles de equilibrio”. En este sentido, “el exceso de la corrección ha sido asimétrico entre países. Algunos de ellos se encuentran ahora próximos a los niveles de equilibrio (Turquía, México), mientras que otros (Brasil, Rusia) se encuentran visiblemente por debajo.

En el mapa de flujos de cartera que elabora el servicio de estudios (flujos por país sobre activos) se observan salidas de capital moderadas de menos del 1% en Brasil, Chile y Argentina, algo más fuertes de entre el 1% y 2% en Perú y México y entradas por encima del 1% en Colombia.

En cuanto al riesgo regional, el banco destaca para Latinoamérica positivamente que “todos los indicadores de vulnerabilidad están por debajo de los umbrales de riesgo”, como interrogante señala que se está registrando “un crecimiento económico más débil en algunos países”, con un “deterioro leve en las necesidades de financiación y en el diferencial de tipos de interés-crecimiento del PIB”. La parte negativa es que en algunos países se observan “déficits por cuenta corriente relativamente altos”.