Latam: En el sector de las pensiones privadas, el tamaño del mercado no importa

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Malglam, Flickr, Creative Commons

A veces, el tamaño del mercado no importa. Al menos ese parece ser el caso en Latinoamérica, donde Cerulli Associates afirma –en la edición de febrero de su informe The Cerulli Edge – Global Edition– que la población de un país no representa un indicador fiable a la hora de evaluar el potencial a largo plazo del sector de las pensiones privadas. Por este motivo, la firma internacional de análisis recomienda a las gestoras que se estén planteando entrar en ese mercado que no se basen en el número de habitantes de un país a la hora de tomar sus decisiones.

“Nuestro análisis pone de manifiesto que el tamaño de un mercado puede estar sobrevalorado a la hora de evaluar su potencial”, explica Barbara Wall, directora de análisis para Europa en Cerulli. “Mientras que algunos países con una gran base de activos presentan un potencial de crecimiento limitado, otros países más pequeños están más abiertos a las gestoras internacionales”.

Para ilustrar este punto, el informe destaca que, aunque México cuenta con 122 millones de habitantes y poco a poco va permitiendo la entrada de gestoras extranjeras en su industria de pensiones, es probable que su exposición a los mercados extranjero continúe siendo inferior a la de Chile, Perú o Colombia, que cuentan con economías más diversificadas.

Cerulli también señala que, pese a que los mercados de pensiones privadas de estos cuatro países se parecen, las diferencias en el diseño de cada sistema y su nivel de desarrollo dificultan las comparaciones, lo que abre múltiples oportunidades para las gestoras, tanto las que ya están presentes en esos mercados como las que quieren acceder por primera vez.

En cualquier caso, la firma aboga por la presencia local: “Contar con presencia local aumenta las probabilidades de que la gestora tenga éxito entre los fondos de pensiones latinoamericanos”, apunta Laura D’Ippolito, analista sénior en Cerulli, “y, además, permite que las gestoras y los promotores de ETF extranjeros puedan centrarse en su verdadero negocio, que es gestionar dinero, en vez de tener que dedicarse a descodificar las normas locales y a estar al día de los cambios”.