Las gestoras dan por hecha otra subida de tipos de la Fed y anticipan sus siguientes movimientos

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LendingMemo, Flickr, Creative Commons

Entre hoy y mañana se desarrollará la cuarta reunión del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés). Probablemente sea la segunda en este año en que se anuncie una subida adicional de los tipos de interés y la tercera en siete meses, a juzgar por los comentarios de los distintos participantes del mercado que, apoyándose en las Actas de la Fed de mayo, la dan por hecho.

“A pesar de la debilidad observada en la inflación subyacente de la economía estadounidense en los últimos dos meses, creemos que el entorno económico actual garantiza que continúe el actual ciclo de ajuste monetario”, comenta Franck Dixmier, director global de renta fija de Allianz Global Investors. Dixmier se refiere en particular a la recuperación del crecimiento estadounidense, tras los datos macro decepcionantes del primer trimestre.

En opinión del experto, “es probable que la Fed enfatice varias tendencias del mercado de trabajo que continúan fortaleciéndose”, como por ejemplo el hecho de que la tasa de desempleo cayera en mayo al 4,3%, el nivel más bajo en 17 años. Dixmier también se fija en las encuestas sobre perspectivas de contratación de empresas para reforzar este panorama optimista – afirma que “algunas de ellas incluso encuentran mayores dificultades para encontrar nuevo personal”-, y en los indicios de inflación salarial: “Es probable que continúe el desbordamiento en los salarios de las nuevas contrataciones, que se encuentran en un máximo histórico en el sector manufacturero”. En resumen, que a ojos del experto se está dando el caldo de cultivo idóneo para alimentar las presiones inflacionarias y acercar así el coste de la vida al objetivo del 2% de la Fed.

El director global de renta fija apunta que podría haber un elemento de sorpresa en este escenario, ya que afirma que “las expectativas del mercado están completamente desfasadas con la orientación y los pronósticos de la Fed”. Es decir: si la Fed efectivamente cumple el guion y sube los tipos esa semana, entonces el mercado sólo esperará otras dos subidas de tipos en los dos próximos años, ciñéndose al gráfico de los puntos que proyecta las previsiones de los miembros del FOMC. “Creemos que estas expectativas son demasiado bajas y es probable que cambien al alza. Esto debería apoyar un aumento en los rendimientos de los bonos a largo plazo, a pesar del reciente repunte de los bonos del Tesoro”, concluye Dixmier.  

Vincent Reinhart, Economista Jefe de Standish (parte de BNY Mellon), muestra la postura contraria: “Las expectativas en torno a la tasa nominal de tipos al final terminarán por agruparse en torno al 2-3% en vez del 3-4%. Con un objetivo de inflación del 2%, parece que los oficiales de la Fed creen que la tasa de equilibrio real es un 1% más baja”. En consecuencia, afirma que “la extensión de una política apropiada de renormalización es limitada y, como muestra el resto de los puntos, se espera que sea gradual”.

Para el experto, estas observaciones van a acarrear dos consecuencias importantes para el resto de anuncios que haga la Fed este año. En primer lugar, indica que “una subida adicional de 50 puntos básicos en 2017 pone a los tipos de interés a más de la mitad de camino de su destino de medio largo plazo”. Como la Fed indicó públicamente que no se cancelará la reinversión de los activos en balance al vencimiento “hasta que la normalización del nivel de los tipos de interés esté bien encaminada”, entonces el economista infiere que el banco central empezará a hacer un tapering de su balance este mismo año.

La segunda consecuencia sería que la extensión del gráfico de los puntos “vuelve más difícil evaluar el momento de la acción, lo cual probablemente explique por qué los oficiales se han vuelto más explícitos cuando esté acercándose una subida de tipos”. Siguiendo con esta lógica, Reinhart asevera que el FOMC necesitará “señalar un movimiento más en septiembre o diciembre, porque los oficiales ya se han comprometido a actuar este mes”, y apunta a que la reunión en la que no haya subida de tipos será aprovechada para anunciar el fin de la reinversión de los activos en balance, “porque proporciona una plataforma para resolver preguntas y quieren mantener estas dos políticas diferenciadas en las mentes de los participantes del mercado”.

Andrea Iannelli, Director de Inversiones de renta fija de Fidelity, también piensa que es harto probable que la Fed suba tipos en esta reunión “a pesar de los últimos y decepcionantes datos de inflación”. No obstante, afirma que este movimiento no va a cambiar “la dinámica de los bonos del Tesoro de EE.UU.”, por lo que espera que “la Reserva Federal adopte un enfoque muy cauteloso para evitar otro taper tantrum”.

El experto confronta de hecho este panorama con el comportamiento de los treasuries, que sumaron un mes más de rentabilidades positivas gracias a la incertidumbre en torno al alcance e implementación de la reforma fiscal prometida por la Administración actual: “A los niveles actuales, podría decirse que la apuesta por Trump, que hizo que los tipos de los bonos del Tesoro de EE.UU. a diez años subieran hasta el 2,6% a comienzos de año, ha dejado de reflejarse en las cotizaciones”, explica.

Aunque piensan que tanto las valoraciones como el posicionamiento del mercado se han ido normalizando en los últimos meses, en Fidelity siguen teniendo una visión favorable sobre la duración estadounidense por dos motivos. Por un lado, “ya que han comenzado a aparecer obstáculos para el crecimiento, y los rendimientos, de EE.UU.”. Por otro, porque “ahora que la mayoría de los activos de riesgo cotizan en máximos de varios años, el margen de error es limitado y la duración estadounidense ofrece una protección muy bienvenida en este entorno”.