Las EAFI descartan consecuencias de calado en su negocio por la subida del IVA

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Flickr/Jesús Garrido

A partir de ahora, y tras la sentencia del pasado 19 de julio del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, los inversores tendrán que pagar el IVA cuando contraten servicios de gestión discrecional de carteras de inversión, hasta ahora exentos. Eso significa que si bien antes las entidades que ofrecían sólo servicio de compraventa o compraventa más asesoramiento (gestión discrecional de carteras), como agencias de valores, sociedades de valores o gestoras, no tenían que pagar la tasa, ahora sí tendrán que hacerlo. En el caso de las EAFI, ya lo pagaban antes y lo seguirán haciendo, si bien su servicio pasará de estar gravado con un tipo del 21%, frente al 18% actual.

Las EAFI consideran negativa la subida de IVA que les afectará a partir del otoño, pues podría reducir la demanda ante el encarecimiento del servicio, que asumirá normalmente el cliente, si bien rechazan que la medida tenga excesivo impacto en un negocio dominado por los inversores de patrimonios más elevados.

El impacto dependerá del tipo de cliente y política de precios que tenga cada entidad  -que determinará quién asume los tres puntos de subida del IVA- y de la parte del negocio que suponga el asesoramiento para el grupo al que pertenece la empresa. La parte positiva es que la decisión del TJUE podría igualar el terreno de juego del asesoramiento entre asesores -los que exclusivamente realizan esta actividad- y otras entidades de servicios de inversión que prestan servicios de gestión discrecional de carteras, y mejorar su posición competitiva.

“La subida del IVA es un lastre general, un factor contractivo para la actividad de cualquier sector económico, también el de asesoramiento”, explica Félix González, socio y director general de Capitalia Familiar EAFI. Pero dice que, en su caso, su peso se ve contrarrestado por el hecho de ser un servicio destinado a personas con niveles de renta o patrimonio relativamente elevados, y que tienen una necesidad de este tipo de servicio “sin un sustituto adecuado en el servicio (aparentemente gratuito) de la banca tradicional”.

Desde Wealth Solutions EAFI, Jorge Coca cree que “será un cambio de poca importancia que no reducirá el uso de los servicios de asesoramiento”, aunque reconoce que la subida del IVA encarecerá ligeramente el precio de los servicios, ya que las facturas por dicho concepto llevan IVA asociado. “En muchos casos los inversores implementan sus inversiones a través de una sociedad patrimonial, por lo que el impacto del IVA será algo menor”, matiza.

En la mayoría de los casos, y precisamente porque las tarifas de las EAFI suelen consistir en una tarifa fija a la que se añade el impuesto, el cliente podría hacerse cargo de dicho aumento, si bien Cristóbal Amorós Arbaiza, de la EAFI Amorós Arbaiza, también dibuja la posibilidad de que algunas empresas de asesoramiento lo acaben absorbiendo. El experto dice que probablemente tenga que ser asumido por la mayoría de las EAFI, “ya que cobrar a los clientes es tarea complicada, y más en un entorno de tipos bajos y mercados bajistas y extremadamente volátiles”.

Para Abante Asesores, la subida no cambiará la evolución del sector si bien cree que todo es cuestión del tipo de cliente y del negocio de cada entidad. En su caso, el impacto será escaso ya que sus tarifas son fijas (dependen sólo del tipo de servicio prestado y no están ligadas a factores como los activos bajo gestión), con lo que la subida la asumirá íntegramente el cliente, explica Gadea de la Viuda, socia de la entidad. Además, dentro del volumen de negocio del grupo, la parte de asesoramiento es muy reducida. “La decisión con respecto al impuesto no puede ser la misma desde un punto de vista estratégico en un negocio en el que el asesoramiento suponga el 100% de los ingresos que en otro que sea una pequeña parte”, añade.

Igualar el terreno de juego

La decisión del TJUE de cobrar IVA por el servicio de gestión discrecional de carteras iguala las normas del juego para todos, pues también las agencias de valores que hacen este servicio tendrán que pagar un impuesto que ya venían pagando las EAFI. Ana Fernández, directora ejecutiva de AFS Finance Advisors EAFI, señalaba la injusticia de esta situación: “Es injusto que la gestión de carteras esté exenta y el asesoramiento tenga que tributar con un sobrecoste del 18% sobre el servicio prestado”, explicaba. Ahora eso cambiará pero no hay consenso sobre las consecuencias.

“Todo lo que sea competir en las condiciones más iguales posibles siempre es bueno, aunque el cliente que se acerca a una EAFI no ve tampoco en una agencia de valores una alternativa a aquella”, dice González. Por contra, Arbaiza afirma: “El que a partir de ahora también lleven IVA los servicios de gestión de carteras no es un consuelo, ya que eso de mal de muchos consuelo de pocos, en mi opinión no funciona".

"Lo ideal hubiera sido igualar por abajo el trato de ambos servicios (gestión y asesoramiento), pero dada la situación del país, y la urgente necesidad de recaudar, era lógico pensar que se igualaría por arriba (es decir obligando a tributar con IVA donde antes no se hacía)”, comenta el experto. Abante Asesores también considera lógica la decisión. Aunque además del negocio de EAFI también es agencia de valores, no realiza actividades de gestión discrecional de carteras, así que en ese sentido no se verá afectada.

Arbaiza también propone como alternativ  permitir que estos gastos sean deducibles, como lo son los de custodia. “Sería una decisión inteligente por parte de las autoridades, porque de esta forma  todo el mundo se apresuraría a pedir su factura, que es lo que debe de ser, y tendría en cuenta el ahorro fiscal por ello”, explica. En la misma línea se muestra Coca, que cree que el servicio de asesoramiento financiero debería tener algún incentivo o deducción fiscal, un cambio que las EAFI llevan tiempo pidiendo, si bien tilda de “correcto” el hecho de que todos los servicios similares soporten el mismo IVA.