"Las bolsas tardarán cinco años en corregir su infravaloración del 20%"

Kamil Molendys, Unsplash

Para Stefan Lecher, responsable de estrategia global de UBS Global AM, la división entre un mundo desarrollado con un bajo crecimiento que se mantendrá a medio plazo y un mundo emergente con gran fortaleza, un crecimiento medio del 8% y sin importantes focos de inestabilidad es clave para entender el nuevo escenario económico mundial. Un escenario en el que apuesta por los activos de riesgo, porque considera que vienen apoyados por sus fundamentales y están claramente infravalorados. "Aunque no están tan baratos como antes, están relativamente baratos", afirma. En el caso de las bolsas, esa infravaloración es del 20% a nivel global, aunque el experto matiza que no lograrán recuperarlo "ni en uno ni en dos años, sino que el proceso llevará al menos cinco años".

Lecher cree que hay múltiples factores que favorecen su posición de sobreponderación en renta variable: las políticas de relajación cuantitativa llevadas a cabo por la Fed, que supondrán un impulso para los mercados a corto plazo (si bien cree que los efectos sobre la economía estadounidense serán muy limitados, donde el crecimiento rondará el 3% con una inflación por debajo del 2%); el escenario con bajos tipos de interés; la ausencia de sorpresas negativas (aunque tampoco haya noticias que sorprendan positivamente) e incluso un cambio de sentimiento que ya empieza a apreciarse. “Desde un punto de vista global, los flujos de capital aún no se dirigen de forma sostenible hacia la renta variable, pero empieza a haber un cambio de sentimiento entre los inversores institucionales según las encuestas”, afirma el experto. Un camino que los inversores minoristas serán los últimos en seguir.

De ahí su apuesta por las bolsas, tanto del mundo emergente como del desarrollado, especialmente EEUU y Reino Unido, donde los bancos centrales están más preparados para llevar a cabo políticas de relajación monetaria. Sin embargo, dentro de Europa continental, favorece los países del norte de Europa, como Alemania, Holanda o Dinamarca, frente a los periféricos como España e Italia, que afrontan medidas de austeridad con el objetivo de superar sus déficit y carecen del apoyo de un banco central nada dispuesto a secundar las políticas de la Fed, aunque Lecher matiza su necesidad. “A diferencia de EEUU, en Europa existen estabilizadores automáticos en los presupuestos que garantizan un aumento del gasto público en malas épocas”, comenta, augurando tiempos difíciles para España en su camino por volver a ser una economía competitiva.

En renta variable, también es positivo con las bolsas emergentes, pues confía en una historia de crecimiento que viene produciéndose a lo largo de los últimos 30 años y tiene visos de continuidad. De hecho, las presiones inflacionistas no suponen un gran problema, debido “a la sobrecapacidad del mundo Occidental y a sus políticas para solventarlo”, explica Lecher. Aun así, tienen dos retos por delante: el primero, limitar la dependencia del mundo occidental y fortalecerla con respecto a su demanda interna y a otros mercados emergentes; el segundo, comprometerse y llegar a acuerdos para suavizar la guerra de divisas y ralentizar su apreciación, pues países como China necesitan mantener sus altos niveles de crecimiento.

Mejor que la renta fija para jugar la recuperación

Así las cosas, las acciones son su activo favorito, ante la previsible subida de rentabilidades en los activos de renta fija. “La renta variable es el mejor activo para jugar la recuperación a largo plazo”, explica Lecher. Aun así, apuesta también por crédito con grado de inversión y high yield, pero considera que los bonos gubernamentales han perdido su atractivo, así como los ligados a la inflación. En divisas, sobrepondera la corona sueca y las divisas asiáticas incluyendo Japón, así como el dólar estadounidense. En terreno neutral sitúa a la libra esterlina y al franco suizo y, como menos atractivo, el dólar australiano y neocelandés y el euro, aunque no ve particularmente alta la divisa única en la medida en la que “no importa tanto su evolución frente al dólar como la del dólar frente a las divisas asiáticas, que muestra el reajuste económico global”.

Y es que desde UBS AM reivindican la importancia de los asset allocators: “En un mercado alcista nadie los necesita, porque basta con exponerse a la renta variable, pero en los ambientes volátiles son fundamentales para añadir valor a los procesos de inversión”, comenta Lechter.

Esta visión da soporte a la estrategia en los cuatro productos mixtos de UBS Global AM. Así, la asignación de activos en el fondo Global Allocation, registrado en España desde 2005 y que cuenta con una diversificación en los estilos de inversión (de valor, crecimiento…), es del 65% en acciones y del 35% en deuda. Por su parte, el Absolute Return Plus, es un portfolio multiactivo y flexible que utiliza estrategias alternativas bajo la normativa UCITS y cuenta con menor dependencia del riesgo del mercado gracias a la separación de las fuentes de alfa y beta. Su exposición neta a renta variable es del 33% (incrementada desde el pasado septiembre) y a la renta fija, cercana al 35% y se caracteriza por la utilización flexible de derivados como coberturas, tanto de las acciones como de los bonos, reduciendo la duración a niveles cercanos a cero.

El tercer producto de la gama de productos mixtos de UBS Global AM es el All Rounder, que asigna la cartera en función de cuatro diferentes fases del ciclo económico. Lecher favorece actualmente y desde verano de 2009 a los activos que salen ganando en una fase alcista, como los sectores de materiales, industriales, financieros o energía en renta variable; high yield en renta fija y activos inmobiliarios y materias primas. Por último, el Active Defense tiene un objetivo de preservación de capital, con un límite de pérdida del 5% y cuenta con una cartera formada por una parte estable de en torno al 75% (sobre todo por bonos públicos) y el otro 25% gestionado activamente, en línea con la visión económica de Lecher.

Ideas de futuro

De cara al futuro, las nuevas de ideas de UBS Global AM giran en torno a productos que ofrezcan renta que ya generan interés en Reino Unido, Japón o Australia y podría extenderse a Europa a media que su población envejece. “Las necesidades están cambiando hacia la apreciación del capital, y con productos que ofrezcan renta”, explica el experto, que cree que sería un producto apetecible para aquellos que ahora están invertidos en bonos gubernamentales. “El problema es el momentum, pero tendremos muy pronto nuestro producto de este tipo que ahora opera en el mercado británico registrado en Luxemburgo, listo para los inversores europeos”, afirman desde la gestora.

La segunda idea de futuro es su fondo diversificado en Asia, destinado a los inversores que quieran captar el crecimiento emergente y que, más que asignar activos, asigna la exposición al riesgo.