Los derivados no son una inversión significativa por parte de los fondos de pensiones chilenos, pues suponen menos del 1% de la cartera. Y la tendencia es a desaparecer. Los fondos de perfil conservador redujeron su exposición a derivados a prácticamente su totalidad al reducir su inversión en esta clase de activos en un 65% durante el mes de agosto.
Los fondos con más riesgo siguieron sus pasos y recortaron su exposición a derivados a casi la mitad. De los 102.588 millones de pesos invertidos en el mes de julio pasaron a sólo 54.173 millones un mes después. Lo mismo sucedió con los fondos de pensiones intermedios cuyas inversiones en estos activos se redujo hasta los 23.363 millones de pesos, más de la mitad que hace un mes.
El 35,6% de los fondos chilenos de pensiones, equivalente a 26.221.136 millones de pesos, está invertido en el exterior, principalmente en fondos de renta variable. En tanto, un 64,4%, que suponen unos 47.432.711 millones de pesos está invertido en el país, la mayor parte en instrumentos de renta fija.