Las AFP aumentan su inversión en renta variable internacional en más de 10.000 millones de dólares

Los equipos de inversión de las administradoras de fondos de pensiones (AFP) chilenas consiguieron se adaptaron en 2013 al escenario de alzas en los mercados desarrollados y ralentización o pérdidas en los emergentes. Especialmente fue así en Chile, con una caída pronunciada del IPSA que ha llevado a las AFP a marcar un mínimo histórico en tenencia de acciones locales con un peso de menos del 10% de las carteras.

Mientras han desinvertido en la bolsa chilena, los fondos de pensiones se han expuesto a acciones internacionales a través de fondos y ETF de gestoras internacionales. Así, al finalizar 2013 un 30,6% de los más de 160.000 millones de dólares bajo gestión corresponde a renta variable internacional, según las estadísticas de la Superintendencia de Pensiones. Esto equivale a 26.140.903 millones de pesos, lo que con el tipo de cambio de la divisa norteamericana a 529 pesos chilenos, la cifra supera los 49.400 millones de dólares.

La participación en los portafolios de los multifondos ascendió desde el 26,7% de 2012 cuatro puntos. Mientras que en términos absolutos el crecimiento fue de 5.424.353 millones de pesos. En moneda norteamericana, el incremento es de más de 10.200 millones de dólares.

La inversión extranjera de las AFP se realiza casi en su integridad a través de fondos de administradoras globales que tienen productos registrados en la Comisión Calificadora de Riesgo (CCR).

De los datos de la Superintendencia se desprende que aproximadamente el 65% de la inversión extranjera en renta variable es a través de fondos mutuos, mientras que el resto es a través de otros instrumentos, principalmente ETF.

A la vez que ha habido un incremento en la exposición a acciones extranjeras, también ha habido una orientación importante hacia países desarrollados. Así, en 12 meses el asset allocation en bolsas internacionales pasó de un 49,8% en economías desarrolladas y un 47,8% en emergentes, a un reparto del 60,5% y 35,3% respectivamente en países desarrollados y en desarrollo, con un 3,9% que la Superintendencia identifica como otras zonas geográficas.

La variación de la diferente distribución geográfica de las carteras se explica por un incremento de más de 10.000 millones de dólares en la inversión en economías avanzadas, prácticamente equivalente al aumento total, mientras que se han mantenido casi constantes las posiciones en países en desarrollo.