La trampa del endeudamiento

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Foto cedida

En Europa se ha formado un patrón familiar: la turbulencia del mercado obliga a políticos y elaboradores de políticas de la zona euro a ejecutar acciones, aunque los mercados consideren que la solución es insuficiente e incompleta, por lo que la crisis continúa. El bajo crecimiento económico y los desequilibrios estructurales son la clave de la crisis de deuda soberana. Poco se ha hecho hasta el momento para cambiar los desequilibrios entre los países más débiles y más fuertes de la zona euro. Para ser claros, el problema no es el importe total de la deuda de Europa, sino más bien la distribución del peso de la deuda entre los distintos países. Creemos que las siguientes condiciones son esenciales para garantizar una estabilidad a más largo plazo.

Una barrera de control de acceso más eficaz
Se necesita un mecanismo para permitir que los países pidan prestado a niveles asequibles durante plazos breves para aliviar el ciclo de retroalimentación negativo entre los déficits públicos, los costes de financiación y la confianza y el crecimiento. Los diversos mecanismos de rescate/financiación acordados en el momento de la suscripción (aproximadamente 750.000 millones) son insuficientes si España o Italia perdieran el acceso al mercado.

En el futuro, esto podría traducirse en la emisión conjunta de deuda por parte de grupos de países de Europa (Eurobonos) mediante la agrupación de su riesgo crediticio colectivo. Hasta el momento, Alemania se ha mostrado reacia a apoyar bonos de esa naturaleza dado que la responsabilidad "solidaria" podría quitar parte del incentivo para que los miembros equilibren sus finanzas.

Cómo abordar los problemas de solvencia de los bancos
Reino Unido y Estados Unidos enfrentaron los problemas de sus sistemas bancarios directamente en 2008/09. Esto no se ha dado en la misma medida en Europa y es necesario para restaurar la confianza a largo plazo. Es probable que esta carga quede en los gobiernos nacionales para apuntalar a sus bancos, con un cierto grado de participación del sector privado, en los que el mercado bursátil y los tenedores de bonos absorberán las pérdidas.

Consolidación fiscal
Los países necesitan llevar la relación deuda/producto interior bruto (PIB) a un nivel sostenible. La austeridad sola no es la respuesta porque una consolidación demasiado rápida reduce el crecimiento y la recaudación impositiva, lo cual socavaría aún más la confianza. Para algunos países, esto implica una reestructuración de la deuda debido a que la carga es demasiado grande en relación con el ajuste que se puede dar como miembro de la moneda común.

Los políticos están considerando inyectar más capital al BCE para financiar proyectos en toda la zona euro, lo que impulsaría el crecimiento al tiempo que se mantienen las medidas de austeridad en los países individuales.

Cómo mejorar la convergencia económica
Los países más débiles de la zona euro han financiado el gasto público y privado a través de déficits presupuestarios y comerciales persistentes. Sin la capacidad para devaluar su moneda, la restauración de la fortaleza económica exigirá reformas estructurales para favorecer la competitividad laboral en estos países. En el seno del euro esto probablemente solo se pueda lograr si bajaran los sueldos y los precios de los países de bajo rendimiento y si el BCE estuviera preparado para tolerar un nivel más alto de inflación en el norte de Europa, situaciones que respaldarían el ajuste relativo de los costes laborales unitarios.

El BCE mantiene una potencia considerable (según lo demostrado por la Operación de refinanciamiento a más largo plazo - LTRO) para respaldar el crecimiento y el sistema bancario, pero esto solo no será suficiente a menos que se aborden los problemas estructurales.

Phillip Apel es miembro del departamento de inversión de Renta Fija de Henderson, equipo que administra el fondo Henderson Horizon Total Return Bond lanzado en mayo de 2012 y que actualmente cuenta con un patrimonio de 319 millones de euros.