"La rentabilidad anual para los próximos años en renta fija soberana Latam puede estar entre el 7% y 10%"

- ¿Cuál ha sido la actitud de los inversionistas en relación a este fondo?

Pictet Latam Local Currency Debt se lanzó en el año 2007 para responder a las demandas de nuestros clientes. Actualmente cuenta con más de 800 millones de dólares y una base de partícipes muy diversificada. El fondo ha generado mucho interés no sólo en Latinoamérica, sino también en Asia y Europa. Es un buen ejemplo de las iniciativas que te permiten ser "local" y estar cerca de tus clientes.

- ¿Es un buen momento para invertir en deuda latinoamericana?

Hay que tener en cuenta que la deuda soberana en moneda local de Brasil y México representa el 55% y 35% del índice de deuda soberana Latinoamérica, seguido del 10% repartido entre Chile, Colombia y Perú. Estos países se pueden llegar a financiar al 4,5% -con correspondiente aumento del precio de sus bonos-, mientras sus divisas, especialmente tras las últimas caídas, deben reflejar una mejor situación económica. Sin embargo, las rentabilidades del bono de EEUU y el Bund alemán, para corresponder con sus niveles de crecimiento e inflación esperados, han de situarse por encima de 3%, actualmente en 2%. Así que a tres años vista, sumando cupón y divisas, la rentabilidad anual esperada para los próximos años en renta fija soberana de Latinoamérica puede estar entre 7% y el 10%.

- ¿Qué opina de la deuda corporativa en la región?

También es interesante la deuda de empresas en Latinoamérica, muchas de las cuales cuentan con calificación crediticia grado de inversión, perspectiva de mejora e interesante diferencial de rentabilidad respecto a bonos del Estado. Tienen una posición financiera sólida, nivel de deuda controlado y perspectivas de crecimiento de doble dígito. Es importante que tengan acceso a mercados financieros y buen gobierno corporativo.

En concreto es destacable el desarrollo en la región de empresas multi-regionales en consumo, distribución o telecomunicaciones, de política financiera prudente, líderes en sus sectores.

- ¿Qué perspectivas manejan para Latinoamérica?

Varias economías emergentes han sufrido una rápida depreciación de sus monedas y subida de tipos de refinanciación de su deuda. Entre las divisas más vulnerables se encuentra el real brasileño, dado su déficit por cuenta corriente en relación al PIB. El aumento de niveles de endeudamiento y reducidas reservas de divisas hacen pensar en riesgo de crisis de balanza de pagos.

Pero a medio y largo plazo, los países del G-5 (Brasil, Chile, Colombia, México y Perú) cuentan con perspectivas macroeconómicas positivas. En México la clase media está aumentando, con sólido impulso del consumo. Su población está empezando a acceder a préstamos hipotecarios, que sólo representan 8% de su PIB, comparado con 60% o 70% de países desarrollados. De hecho, en los viajes que hago por la región, se dice que México puede ser el próximo Brasil. Además, en la zona de Querétaro y norte, están volviendo a instalarse multinacionales (automóvil, línea blanca o electrónica) que se habían trasladado a países de bajo coste de la mano de obra. A ello se añade que el peso mexicano está asequible, a diferencia del real de Brasil.

En Brasil el principal riesgo es la inflación, por encima del objetivo de su Banco Central, que ha subido tipos de interés varias veces, tras fuertes bajadas en 2012. Su crecimiento se ha reducido desde 4% al 3% y debe ser capaz de limitar la inflación, cuya tasa anualizada hasta mediados de septiembre ha caído por debajo de 6% por primera vez este año.

- ¿Cuál es la situación en Chile, Perú y Colombia?

Chile es de los países que mejor lo está haciendo, en cumplimiento del plan macroeconómico de su presidente Sebastián Piñeira. Por su parte, en Perú -gran productor de minerales- se ha rebajado la previsión de crecimiento este año a 5,5%, en lugar de 6,1%, a raíz de una menor demanda de sus metales, por el débil crecimiento de las economías desarrolladas y ralentización de China. Sin embargo, el Banco Central de Perú estima que el crecimiento puede alcanzar un 6,2% en 2014.

Colombia ha tocado suelo en el 4%. Su economía creció el segundo trimestre 4,2% anual, impulsada por sectores agropecuarios, construcción y servicios públicos, así como explotación. En ambos casos, como México, se quiere acometer un plan muy ambicioso de infraestructuras. Queda mucho por hacer, con oportunidades en energía, transporte e infraestructuras.

En definitiva, las perspectivas para la región no pueden ser mejores para los próximos años y por tanto, esperamos que el mercado siga creciendo y seguro que surgirán interesantes oportunidades de negocio al hilo del crecimiento económico