Amundi: el estallido de la burbuja inmobiliaria china es sólo cuestión de tiempo

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El mundo es un lugar incierto. Esa incertidumbre está aumentando y extendiéndose por todo el globo, de manera que los inversores cada vez necesitan más elementos a tener en cuenta a la hora de realizar un análisis macro adecuado antes de tomar una decisión de inversión. China no se escapa a esta tendencia. Mo Ji, estratega de Amundi, indica de hecho que el análisis que hagan los inversores que quieran tener exposición al país necesitará ser precios como un bisturí en los próximos años.

Para Mo Ji, un buen análisis macro debe sostenerse en tres pilares: dirección de la tendencia macro, horizonte temporal, y altos niveles de convicción.  La suma de los tres debe dar como resultado una cartera capaz de afrontar diferentes escenarios de mercado y al mismo tiempo de batir en rentabilidad a otros competidores. Pero hay un problema: “Estamos entrando en una nueva era en la que las predicciones macro se están volviendo extremadamente difíciles, especialmente su impacto sobre la construcción de la cartera y, por consiguiente, sobre los retornos de inversión”.

En este contexto, el estratega afirma que “las evaluaciones macro que son buenas, de alta convicción y fuera del consenso se están volviendo escasas, pero tienen un valor enorme”.  Esto también trae consigo una conclusión: “La evaluación de China se está volviendo una apuesta fundamentalmente macro de aquí en adelante”.

El escenario base de Amundi

Mo Ji amplia este punto de vista, partiendo de una observación inicial: “Los puntos de vista sobre China han estado polarizados en los últimos años. Los inversores bajistas de largo plazo nunca se han puesto alcistas y, por tanto, sus carteras se han mantenido alejadas de China”. Puede que esta postura sea un error: “Se está volviendo cada vez y extremadamente importante tener una buena comprensión de China, porque pensamos que se convertirá en la apuesta macro clave dentro de las tendencias macro globales de los próximos años, dado el tamaño actual (10 billones de dólares) y potencial de la economía (que sobrepase a EE.UU. y se convierta en el número 1 mundial)”. El analista afirma que “el juego ya ha comenzado, pero el mercado aún no ha puesto en precio la situación”.

Si las normas del juego han cambiado, ¿qué deben hacer los inversores para adaptarse? El analista sugiere cambiar los horizontes temporales del análisis macro a la hora de construir la cartera, “incluso aunque no inviertas directamente en China”. Aporta tres ideas al respecto.

En primer lugar, Mo Ji insiste sobre la necesidad de realizar un análisis preciso sobre la trayectoria del crecimiento económico chino: “Dada la ralentización del crecimiento de la población y del crecimiento de la productividad, la trayectoria de crecimiento económico en el largo plazo está claramente a la baja”. La pregunta que se hace el analista es qué consecuencias puede traer esa desaceleración y cuales son sus implicaciones para la inversión en una serie de horizontes temporales distintos. La propia visión macro de Amundi es que la economía china encadenará varias fases de caída y estancamiento o estabilización, que si se producen será porque las autoridades chinas actuarán con políticas ad hoc.

Así pues, el analista se pregunta qué puede motivar una nueva caída después de una fase de estabilización: “Bajo nuestro punto de vista, se producirá por el estallido de la burbuja inmobiliaria. Pensamos que el desencadenante se producirá cuando el precio de los terrenos sea más elevado que la tasa potencial de retorno para los promotores inmobiliarios, primero en las ciudades de más categoría y después extendiéndose a otras de menor importancia”.

A su vez, el experto estima que el pinchazo de la burbuja inmobiliaria traerá consigo el reventón de la burbuja de crédito, “y por tanto provocaría un hard landing en China y a nivel global”. Mo Ji aclara que el escenario central de Amundi es que “la burbuja tiene que estallar, pero actualmente se ha retrasado el momento del estallido”.

Aquí entra en escena la conclusión a partir del análisis macro para el corto plazo (2016 y 2017): “La estabilización proporcionará oportunidades de inversión en mercados emergentes, sectores cíclicos y materias primas. Sin embargo, como inversores, necesitamos ser suficientemente cautos, para vigilar el momento en que se desencadene la corrección que vuelva a hundir a la economía china”.

Otro ejemplo de análisis macro

Aunque el análisis de la tendencia de crecimiento es fundamental, Mo Ji aporta más ejemplos de cómo se debe afinar un análisis macro para evaluar correctamente la economía china. En este caso, se fija en los efectos del cambio climático. “China ha intentado  que su crecimiento pase de estar guiado por las exportaciones a estar orientado al consumo durante el 11º y el 12º Plan Quinquenal (2005- 2015). Sabemos que hay algo que falta y que limita el potencial de crecimiento, y debería ser la transformación de la economía desde un modelo basado en la exportación a otro basado en la demanda, en donde la demanda tiene dos dimensiones, consumo e inversión”, detalla. En el caso de la inversión, el analista juzga que “el mayor potencial descansa en la inversión medioambiental para  combatir el cambio climático”.

Por tanto, prosigue el experto, “el cambio climático es un gran factor macro que necesita ser incluido, pues de lo contrario tu cartera se perderá grandes oportunidades en temas de inversión relacionados con el medio ambiente”. Pone como ejemplo la inversión en empresas que combatan directa o indirectamente los altos niveles de contaminación que afectan al país.

Además, Mo Ji considera que, de todos los países expuestos a la amenaza del cambio climático y la polución, China es el que presenta mayor potencial de retornos en el largo plazo, porque “tiene los problemas más serios de contaminación y no tiene tiempo que perder para solucionarlos”. El problema que plantea este tipo de inversión a ojos del experto es que “los mercados todavía carecen de inversiones en este campo, especialmente en Asia, que debería haber cambiado mucho más rápido bajo nuestro punto de vista”.