La prima de riesgo supera los 500 puntos: ¿Por qué no actúa el BCE?

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La prima de riesgo ha traspasado la barrera de los 500 puntos básicos. El caos político que vive Grecia, unido a los recelos que ha suscitado la reforma del sistema financiero español, han disparado el temor de los inversores en el mercado de deuda, una situación que está acercando peligrosamente la rentabilidad del bono español a 10 años al nivel del 7%. Los expertos consultados por Funds People consideran que, aunque el país puede aguantar la presión a corto plazo, estos niveles no son sostenibles en el tiempo.

El mercado tiene memoria y no se ha olvidado de que países como Portugal tuvieron que ser rescatados cuando la presión sobre su deuda alcanzó los niveles actuales a los que cotiza el bono español. “Este tipo de mensajes acaban calando y generan nerviosismo entre los inversores, a pesar de que la situación entre ambos países no es la misma”, asegura Soledad Pellón, estratega de mercados de IG Markets. A su juicio, “es el momento idóneo para que el BCE intervenga en el mercado de deuda español, ya que esta presión se ejerce justo en un momento en el que el país se encuentra en plena reforma financiera”.

Sin embargo, a la autoridad monetaria “ni está ni se le espera”, afirma Natalia Aguirre, directora de Análisis y Estrategia de Renta 4. En este sentido, esta experta considera que “el órgano de gobierno del BCE entiende que la deuda pública española es sostenible y, por lo tanto, no le preocupa tanto que la rentabilidad de su bono se dispare; otra cosa sería si el Tesoro no fuese capaz de colocar sus emisiones”. De este modo, mientras esto no ocurra “me da la impresión de que la autoridad monetaria no va a intervenir”, asegura Aguirre.

No obstante, cabe recordar que los bancos españoles con las entidades que continúan absorbiendo gran parte de la deuda emitida por el Tesoro. Para Javier Casal, subdirector de Deuda Pública en Ahorro Corporación, “esto es un mero parche, ya que el margen del que dispone el sector es cada día más escaso”. Casal reconoce sentirse muy preocupado por la escalada registrada por la prima de riesgo española, si bien también se muestra confiado en que los dirigentes europeos acaben encontrando una salida. “Al final, es posible que la solución para España venga por la vía de un préstamo al sistema financiero español vía Fondo Europeo de Estabilidad Financiera”, señala.

Y es que, los analistas de Banco Madrid consideran que “hablar de dos o tres meses -fechas que se están barajando para la evaluación de los niveles de riesgo del sistema financiero español-, es hablar de un periodo muy largo de incertidumbre para los mercados”. A su entender, esta situación en la que nos encontramos "va a perdurar y a lo largo de los próximos días veremos retrocesos y ampliaciones en los spreads de riesgo, pero siempre rozando las zonas criticas”. La impresión de la firma es que "los agentes más agresivos del mercado están tratando de comprobar “hasta qué punto están dispuestos a aceptar determinados niveles de estrés” y, en consecuencia, determinar si están activas las políticas de compra o intervención, indican.

Aunque España parece haber sido puesta en el ojo del huracán, lo que está claro es que la presión ejercida por los mercados no sólo afecta al país. Los diferenciales del resto de mercados también han aumentado como consecuencia –reconocen  todos los expertos consultados- de la inestabilidad política que vive Grecia. El “deseo” mostrado ayer por la canciller alemana, Angela Merkel, y el recién nombrado presidente francés, Françoise Hollande, de que el país se mantenga en el euro podría quedarse en una mera declaración de intenciones si el país es incapaz de formar un gobierno que asuma los compromisos adquiridos con Europa.

En este aspecto, Javier Flores, responsable del servicio de Estudios y Análisis de Asinver, cree que si Grecia se decide finalmente a abandonar el euro “la inestabilidad política, social y económica que sufriría el país heleno inmediatamente después de su salida sería un ejemplo de lo que nadie más desea replicar, ya que sería altamente improbable que repentinamente Grecia vaya a experimentar una vuelta al crecimiento y la prosperidad”. Por este motivo, Flores considera que “paradójicamente, una potencial retirada griega podría actuar como un factor de cohesión para el resto de estados miembros”.

La cuestión más apremiante para la Eurozona, sin embargo, es la estabilización del sistema financiero y bancario, una cuestión que tiene más que ver con España que con Grecia. En este sentido, tanto los analistas como el propio presidente del Gobierno español, Mario Rajoy, instan a la Unión Europea a lanzar un mensaje “claro y contundente” en defensa del euro y de la sostenibilidad de las deudas públicas de los países que comparten la moneda única, que logre devolver la confianza de los mercados.

Por ahora, ésta brilla por su ausencia. Tras haber superado los 500 puntos básicos en el arranque de la sesión, el diferencial entre el bono español a 10 años y el 'bund' alemán cerró la jornada en los 483 puntos básicos, como consecuencia de la ampliación registrada por la rentabilidad del primero, actualmente en el 6,3%. Los efectos también se dejaron sentir en el mercado de renta variable, donde el Ibex 35 concluyó la jornada con un nuevo descenso del 1,33%, quedando apoyado el índice sobre los 6.600 puntos (concretamente en 6.611,5).