La normativa y la revolución digital: principales retos de la banca privada

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Funds People

A finales de septiembre, tuvo lugar en Madrid el sexto desayuno sobre Banca Privada organizado por Think Tank BNY Mellon, un encuentro en el que participaron cuatro profesionales de este segmento para altos patrimonios, todos ellos procedentes de entidades españolas. En esta ocasión, la temática giraba en torno a qué aspecto presentan las carteras y qué productos predominan más en este tipo de inversores.

Lejos de ver próximamente novedades en términos de producto, todos los participantes de la mesa coinciden en que la prioridad actual está en ver como los cambios normativos y la revolución digital pueden afectar a la industria y a los servicios ofrecidos, como puede ser una cartera de fondos de inversión. 

Tal y como explica Alberto Calvo, director de BBVA Patrimonios España, Banca Privada de BBVA, “el punto crítico es que está habiendo una revolución en el sector y el cliente de banca privada va a demandar más la transformación digital”. Con esto se refiere a una información más inmediata sobre la cartera y a una forma de comunicación con el banquero distinta. “El banquero tiene que dedicarse al asesoramiento de valor añadido, consensuar con el cliente sus objetivos y ejecutarlos de forma adecuada”, puntualiza. 

Además, comenta que “no por ser de banca privada significa que sea un cliente más tradicional, este cliente hoy en día está mucho más digitalizado de lo que nosotros pensamos”.

Paolo Mezza, socio y CIO de Arcano Wealth Advisors EAFI, destaca como en EE.UU. existe algo “tan rupturista” como los roboadvisor, un modelo que “algún día pueden cambiar la industria aquí”, subraya.

En este sentido, cree que entre MiFID y la posible prohibición de las retrocesiones, junto a que la construcción de las carteras y la selección de fondos se pueda convertir en una commodity, la industria se enfrenta a retos muy importantes, sobre todo en el segmento de banca personal. Una situación que, en su opinión, se está infravalorando.

Mezza teoriza como, en el caso de que en un futuro se pueda elaborar una cartera perfilada compuesta por ETF a coste marginal cero y con un delivery muy ágil y tecnológico, va a ser muy complicado que el valor añadido de la industria pueda resistir. Por tanto, cree que había que recapacitar en hasta qué punto se puede modificar el delivery al cliente sin modificar el modelo de negocio. Y en este sentido, apuesta por la planificación patrimonial como uno de los pocos servicios que escapen a la comoditización de la industria.

Rafael Ciruelos, director de Producto de Banca March, considera que nos vamos a un modelo más híbrido, donde claramente la mano del hombre no va a desaparecer. Sin embargo, piensa que “habrá segmentos donde esa mano sea demasiado cara para el asesoramiento y el cliente acabará en un perfilado o algo similar”.

Perfilados

A la hora de valorar si este producto que tanto éxito ha tenido en la banca personal tiene cabida en la banca privada, Álvaro Hermida, director de Desarrollo de Producto de CaixaBank Banca Privada, certifica que el mayor crecimiento de la industria y de los perfilados en particular está viniendo por parte de la banca personal, aunque no considera a éstos incompatibles con la banca privada. Bien es cierto que, agrega, “para la banca banca privada tenemos otro tipo de soluciones”.

Para Calvo, la gran metamorfosis del sector ha sido cambiar de una gestión aislada a una gestión por perfil, “que el instrumento sea de una manera o de otra (cartera, fondo…) es independiente”, añade. Según explica, “es verdad que la cartera se entiende que es más común para clientes de mayor patrimonio y el perfilado para banca personal o privada en la parte menos high network, pero los dos instrumentos son completamente válidos y bienvenidos porque estamos gestionando por perfil”. De todas maneras, resalta como el fondo perfilado solo vale para gestión discrecional mientras que la cartera también vale para el asesoramiento de inversiones. “Cuando más high network, normalmente se demanda más asesoramiento y menos gestión discrecional”, resume.

Ciruelos coincide en esta idea, pero destaca como los perfilados están ayudando a muchos clientes a jugar con el asset allocation. “Sobre todo los más defensivos (del 15% al 50% en renta variable) están ayudando mucho a los clientes a diversificar el patrimonio. Antes cuando hacían inversión directa tenían un depósito y un fondo y ahora tienen un producto más diversificado, barato y eficiente”, cuenta.

“Limitar el producto a banca personal o privada, creo que depende de cada cliente, hay clientes con necesidades más importantes con poco patrimonio y al revés”, sintetiza.

Inmobiliario

Respecto a otro activo que siempre ha gustado particularmente a la banca privada, el inmobiliario, Hermida cree que a la hora de construir la exposición al mismo, sí que hay que diferenciar entre el ultra high network y el resto de clientes de banca privada.

Mucho se comenta de si, después de muchos años de crisis, el cliente de banca privada ha vuelto a invertir en este sector. Calvo señala que éste nunca se fue y que lo que quedo parada es la demanda. En la actualidad, puntualiza, “notamos un repunte en la apetencia por el mercado inmobiliario, aunque todavía en muchos casos no se consolida en una clara petición de compra de un activo”.

Por su parte, Hermida indica como llevan años introduciéndolo en cartera, siempre desde un punto de vista diversificado a nivel global. Por otro lado, creen que, independientemente del enfoque de inversión que tomen, “siempre hay que dejar claro al cliente si lo haces de una manera liquida o no y a través de vehículos eficientes o no”.

Por su parte, Ciruelos, comenta como siempre han tenido inmobiiario en las carteras, tanto listado como no listado o vía fondos. Para invertir en el activo, destaca la importancia de entenderlo muy bien, una labor que se logra al tener un equipo de selección de este tipo de inversiones. “Hay que entender bien cual es la fuente de ingresos, si las rentas o la revalorización”, concreta. En estos momentos, después de la bajada de tipos, se están yendo de activos ligados a rentas ya que “meterte en un alquiler a 30 años es como meterte en un bono en el mismo periodo, por lo que hemos reducido esa exposición y buscamos productos que generen más plusvalías inmobiliarias que rentas, algo muy complicado en el escenario actual”, considera.

Por su parte, Mezza resalta como a medida que el atractivo de los mercados financieros ha ido bajando, sobre todo en la parte más conservadora de las carteras, cada vez les ha parecido más interesante esa prima de iliquidez y de protección de la inflación a largo plazo. En general, subraya, “está muy de actualidad aprovecharse de activos ilíquidos”.

Think Tank

Producido por Funds People en asociación con BNY Mellon Investment Management, Think Tank BNY Mellon es una iniciativa pensada para profesionales del sector, durante la cual se tratarán temas de interés en el marco del desarrollo de negocio. Puede participar en incluir sus comentarios en el grupo de Funds People en LinkedIn.