La necesaria creación de un banco malo

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Joel Filipe (Unsplash)

Durante la crisis, las autoridades parecían empeñadas en mantener el valor de los activos, para que no reflejasen el efecto de la explosión de la burbuja inmobiliaria, postergando una solución que al final vemos como previsiblemente tomará forma. La creación de un banco malo que proporcione el saneamiento de los balances de los activos tóxicos, fundamentalmente suelo, supondría un reconocimiento de pérdidas que alcanzaría aproximadamente la mitad de la exposición inmobiliaria. El proceso consistiría en la creación de un fondo para la reestructuración de estos activos inmobiliarios problemáticos, es decir, se colocarían en la nueva entidad a precio de mercado y serían amortizados de forma obligatoria por las entidades financieras. La solución parece sencilla pero, en nuestra opinión, la implantación debe desarrollarse perfectamente reglada y de forma obligatoria para todas las entidades, sin excepciones y sin dejar vías de escape para la colocación de activos tóxicos a precios desorbitados en comparación con el valor de mercado. Si esto no fuese así, se continuaría con la contabilidad ficticia y la valoración poco fiel, persistiendo la desconfianza entre los agentes económico-financieros, acrecentándose la deuda y las necesidades de financiación.

En España, el que será el nuevo ejecutivo ha propuesto la creación de un banco malo a nivel estatal instrumentado a través del FROB, después de las intervenciones y nacionalizaciones llevadas a cabo por el Banco de España (BdE) que han supuesto un activo total de 325.000 millones de euros, es decir, después de 30 meses con incertidumbres en la banca e inestabilidades ante la negativa de reconocer las caídas de los precios de los activos. La implantación del banco malo, supondría una bocanada de aire fresco para los balances de las entidades aunque tendrían que registrar las pérdidas consecuentes de la colocación de activos en el fondo a precios de mercado. Ello supondría una reducción de su activo y por tanto de sus necesidades de financiación, con lo que sus ratios de solvencia, en principio, mejorarían y podrían llegar a los ratios de core exigidos del 9% para los bancos y del 10% para la mayoría de las cajas.

Pero no hay que olvidar que pertenecemos a la Zona Euro y que la crisis de deuda y las restricciones del crédito no afectan tan solo a nuestro sistema financiero, aunque si bien es cierto, el español es una sistema tremendamente bancarizado y por tanto, muy necesitado de una reestructuración efectiva para poder conceder crédito a la economía real. Por ello, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ya ha propuesto una acción coordinada con los bancos capitalizados para deshacerse de estos activos. Creemos que realizarlo de una manera conjunta aportaría mayor valor en cuanto a confianza se refiere, y proporcionaría una mayor convergencia de los sistemas financieros a nivel europeo. Aunque esto último, no debe suponer una negociación ardua y exasperante como nos tienen acostumbrados, debería realizarse de manera conjunta y rápida, siendo efectiva para todos los bancos del Área Euro.

Este banco malo que deberíamos de crear se debería de fundamentar en varias premisas:

1.- Hay que crear en la Unión Europea un Organismo independiente con potestad para organizar la situación económica a nivel general con las siguientes funciones:
* Máxima autoridad del Fondo Estabilidad Europeo Financiero con todas las competencias para transmitir confianza al mercado y que el capital, a nuestro criterio principalmente emergente, tenga más seguridad a la hora de invertir.
* Que las funciones de la nueva entidad, vayan dirigidas a políticas de relajación cuantitativa vía compra de deuda para relajar los diferenciales de la deuda. Tengamos en cuenta que la funciones del BCE no son las que está llevando acabo. Su principal objetivo es controlar la inflación y aplicar las políticas monetarias precisas para adecuar un crecimiento sostenido en el largo plazo. Aprovechamos dicha mención para alentar al lector de que hay que seguir bajando tipos de interés en Europa.
* La instrumentalización de la petición del Banco malo de capital al Fondo de Estabilidad Financiero Europea, podría realizarse vía FROB en el caso español (Gobierno) en donde se grabará con una tasa sobre el capital solicitado determinando el plazo de devolución. Hablamos de una nacionalización en toda regla sometida a procesos de control y due diligence de la situación de cada país. De esta manera, se transmitirá confianza y se conseguirá que el crédito vuelva a circular, incrementando las solvencias de las entidades financieras que relajarán la actual situación de contracción económica.
* Esta nueva Entidad, debería ser la encargada de controlar a las Agencias de Rating siendo los responsables del pago a las mismas, con un modelo a definir mediante nuevos modelos que incentiven confianza. Se nos ocurre varios: Comunicación quincenal de todas las Agencias de rating a la vez, mismos criterios de valoración con control sobre los mismos sin oligopolio en cuanto a las agencias de rating.
* Sería la máxima responsable en fijar los criterios de permanencia de los diferentes países en la Unión Europea. No podemos depender de un día pensar que es mejor crear el mercado de eurobonos, otro día que sea el FMI el que rescata, opiniones cambiantes diarias que afectan al inversor… De todo esto, queramos o no queramos ver, quien sale beneficiado es Alemania y no podemos pretender una integración fundamentada en un socio mayoritario ya que va en contra de la ley del libre mercado.

Hay mucho que pensar al respecto, lo único que si tenemos claro, es que eso que se dice del sector financiero español poniéndolo como modelo, dejémoslo para otros lares, ya que por el momento sólo han quebrado 10 entidades. No es admisible que ninguna empresa o Estado, gaste más de lo que ingresa, así que empecemos por apretarnos los cinturones y hagamos nuestro trabajo con reformas estructurales severas sin ser títeres de unos pocos.

Seguimos reflexionando y tratando de aportar valor en esta crisis estructural donde no vale nada quejarse. Aportemos soluciones y pensemos que todo depende de nosotros y que como EAFIS nos sentimos muy agusto, dado que nos fundamentamos en la independencia buscando como socios a los mejores aliados que protejan los intereses de todos nuestros clientes.