“La longevidad del dinero debería exceder a la longevidad de la vida”

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Foto cedida

“El  aumento  de  la  tasa  de  interés  más el  incremento de las expectativas de vida impactan severamente las pensiones. El  problema  se  agrava  con  la  volatilidad, tanto  del mercado financiero como de las expectativas de vida al jubilar. La desviación estándar de ambas variables es aproximadamente del 55%”. Así lo explicaba Moshe Milevsky, profesor  titular  en  la  Escuela  de  Negocios  Schulich  de  la  Universidad  de  York  y director Ejecutivo del Centro IFID (Toronto, Canadá), en el XIII Seminario Internacional FIAP, titulado "Los Sistemas de Pensiones Multipilares: Invirtiendo en el Futuro”. El encuentro, organizado por la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP) y las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsional (AFAP) de Uruguay, se llevó a cabo los días 24 y 25 de septiembre de 2015, en el Radisson Montevideo Victoria Plaza Hotel, en Montevideo (Uruguay).

Los objetivos principales de este seminario fueron el análisis de las lecciones y recomendaciones que surgen  de las experiencias con sistemas multipilares de pensiones en distintos países, incluyendo el denominado cuarto pilar, y la discusión de propuestas para aumentar la rentabilidad y seguridad esperada de las inversiones en el largo plazo y los montos de pensión que los afiliados pueden obtener. Milevsky centró buena parte de su intervención en el concepto de la longevidad del dinero, esto es, cuánto  me  va  a  durar  mi dinero, tomando en cuenta lo que tengo, lo que saco y la tasa de interés. Según explica el experto, la volatilidad de la longevidad es del mismo orden de magnitud que la volatilidad del retorno  de  las  inversiones  en  el  mercado  accionario.  “Se  necesita  de  una  estrategia  de administración del riesgo para ambas”.

En este sentido, Milevsky considera que se debe incentivar el desarrollo de productos de seguro y renta vitalicia que ayuden a administrar estos riesgos, lo que es importante por razones económicas y psicológicas. Su mensaje clave: la longevidad del dinero debería exceder a la longevidad de la vida. Entre las nuevas alternativas para la etapa de desacumulación, propone las tontinas (usadas en Inglaterra en 1693), por las que los participantes ganan por concepto de  interés y un crédito de mortalidad. “La tasa de la tontina es alta al comienzo para compensar la falta de “crédito de mortalidad” y disminuye, cuando comienza a ser mayor el crédito de mortalidad. La  diferencia con  la  Renta Vitalicia es  que  en la tontina el “crédito de mortalidad” pertenece a los partícipes y no a las compañías de seguro de vida. Cuando aumentan las opciones, mejoran los precios”. El experto se mostraba convencido de que se deben  incrementar  los  esfuerzos  por  educar  a  las  personas  de  una  manera  muy sencilla (y entretenida) acerca de la longevidad de su dinero.