La inversión en EE.UU. marca niveles récord en las AFP chilenas

Para Patricio Eskenazi, gerente de renta variable internacional de Penta Corredores de Bolsa, esto no es algo que se haya producido de la noche a la mañana. “Todo el mundo lleva ya dos años aumentando sistemáticamente su exposición a Estados Unidos. En términos de retorno ha sido una de las mejores regiones en el último tiempo y, además, cuando se ajusta por riesgo, te va mucho mejor”, explica.

El informe trimestral de Inversión de los Fondos de Pensiones en el Extranjero, correspondiente al mes de septiembre, detalla que “por tipo de fondo, aproximadamente el 68% de la inversión correspondía a fondos de acciones y un 32% a fondos de bonos”. Estos últimos se componían principalmente de fondos high yield (65,2%) y fondos de renta fija de países emergentes (31%).

Sin embargo, es en la renta fija high yield donde se observa un mayor incremento de los recursos provenientes de las AFP. Antes de la crisis de 2008, las administradoras chilenas casi no tenían instrumentos de renta fija estadounidense en la cartera. Tras ese período, la inversión en este tipo de instrumentos aumentó incluso más que en acciones. La razón se debe a las altas tasas de entonces, lo que incrementó el retorno en los productos de renta fija con más riesgo.

Otros inversores no se muestran tan optimistas

Aunque los bonos high yield han despertado el interés de los inversores, Patricio Yon León, gerente general de la Administradora General de Fondos Zurich, advierte ante los efectos que podría tener si se produce un fiscal cliff en Estados Unidos. En caso de que se registre un alza en los impuestos, existe la posibilidad de que las empresas vean amenazados sus balances. Por consiguiente, también peligraría su situación de solvencia y liquidez: “En bonos high yield preferiría estar neutral o fuera de la cancha (...) hasta el 1 de enero. Cambiaría estos instrumentos por bonos de países emergentes, que tienen una tasa similar a este instrumento pero con un riesgo menor, porque los gobiernos no quiebran”, explica Yon.

Por otra parte, los inversores extranjeros han desinvertido 17.300 millones de dólares en esta clase de activos por primera vez desde diciembre de 2011. Parte de estos recursos se empleó para comprar acciones y deuda hipotecaria, según los últimos datos del Tesoro de Estados Unidos. Este movimiento se produce un mes después de que la Fed anunciara que planeaba comenzar con la compra de deuda respaldada por hipotecas, con el objetivo de reducir las tasas de interés de largo plazo y alentar la expansión económica.

Esto hizo que las compras extranjeras totales de activos estadounidenses de largo plazo, sin incluir swaps y otros instrumentos, bajaran a 3.300 millones de dólares en septiembre, el nivel más bajo desde julio del 2011, y que contrasta con los 90.300 millones registrados en agosto.