“La idea de la AFP pública, si está bien gestionada y aislada de la política, es muy recomendable”

Pocos currículum se pueden encontrar más extensos en materia de pensiones. En Funds People Latam hemos entrevistado a Nicholas Barr, profesor de la London School of Economics y que, entre otras muchas actividades, ha trabajado en el Banco mundial y ha asesorado a los gobiernos de China, Reino Unido, Sudáfrica o Chile en reformas del sistema previsional. En el último caso en la anterior etapa de la presidenta Michelle Bachelet, cuando se introdujo en 2008 introdujo el primer pilar con pensiones no contributivas en la última gran reforma de las pensiones chilenas. Ahora, además, será profesor de la diplomatura que la LSE y Novaster han impulsado en la Universidad ESAN de Lima, donde tiene el objetivo de que los alumnos adquieran “una comprensión de la teoría económica relevante en el análisis de las pensiones. La idea no es darles solo las respuestas si no proporcionarles las herramientas analíticas con las que pueden encontrar sus propias respuestas”.

Barr, que en junio será uno de los ponentes del LSE Global Programa de la LSE con el apoyo de Novaster y Banco Santander, ha analizado para Funds People Latam los sistemas de pensiones latinoamericanos y los problemas que enfrentan desde un punto de vista basado en la experiencia y en el estudio académico. Para el experto, es importante en general ampliar la formación orientada a comprender la gestión de las pensiones. Sin embargo, matiza que “es un error pensar que la formación en finanzas puede convertir a todo el mundo en consumidores informados. No permitimos a la gente comprar cualquier medicamento que quiera porque, acertadamente, los políticos creen que las recetas de medicinas son en su mayoría demasiado complicadas para que una persona pueda elegir por si misma. La formación en medicina es deseable pero no nos convierte a todos en médicos. Esto mismo ocurre con las pensiones”.

De esta forma, llega a una de las cuestiones clave en sus análisis, el problema por el que el modelo de elección y competencia no encaja perfectamente en las cuentas de capitalización individual”. El profesor de la London School of Economics ha publicado diversos artículos académicos y libros en esta línea, que intenta demostrar que “el problema es demasiado complejo para la mayor parte de personas que tienen la capacidad de escoger un buen proveedor de pensiones (conocimiento en economía de la información) y que tienen un comportamiento que exhibe inercia y procrastinación frecuentemente (conocimiento en economía del comportamiento)”. Asimismo, añade que “los sistemas que dan opciones de elección a los trabajadores son administrativamente muy costosos. Si la elección es no útil para la mayor parte de los trabajadores y es costosa, sugiere que la elección y competencia no es un buen diseño para un sistema de pensiones obligatorio”.

¿Están justificadas las críticas al sistema previsional chileno?

Durante el pasado año las pensiones fueron uno de los grandes campos de batalla electoral entre los candidatos a suceder a Sebastián Piñera. En este sentido, Nicholas Barr rompe una lanza en favor de las administradoras, ya que reitera que el problema central está en que “el modelo de elección y competencia no encaja bien en el mundo de las pensiones – tal y como ha sido explicado por la economía de la información- y, cada vez más por los conocimientos de la economía del comportamiento”. Por ello, y en este caso contradiciendo las opiniones de muchos expertos, el académico británico ve con buenos ojos la posibilidad de levantar una AFP pública, algo que prometió Bachelet en su discurso preelectoral. “Una AFP pública es análoga a los fondos por defecto en el sistema sueco. Si está bien gestionada y aislada de la política (plausible en países como Suecia y Chile) la idea es muy recomendable”.

A pesar de lo anterior, Barr considera que “Chile ha hecho un buen trabajo” en torno a las pensiones. Aunque continúa con la idea anterior y arguye que “cualquier sistema que ofrezca a los trabajadores elegir entre fondos es, de forma inherente, muy costoso de administrar. Muchos de los países en América Latina con sistemas parecidos han tenido problemas con la calidad y los costes de la administración”.

El profesor de la LSE fue asesor de La Moneda. Recuerda que en esa etapa, “la mayor preocupación era la pobreza de los pensionistas. Se introdujo acertadamente una pensión no contributiva para tratar de resolver el problema”. Ahora, Bachelet ha creado una comisión para revisar el sistema previsional. Barr opina que “es aconsejable continuar fortaleciendo el sistema de pensiones no contributivas”.

De esta forma, el marco de ahorro para la jubilación en Chile continuaría acercándose a lo que Nicholas Barr considera el mejor sistema posible. De forma esquemática, resume: “Una pensión básica no contributiva, una edad mínima de jubilación que esté vinculada al incremento de la esperanza de vida, una pensión relacionada con los ingresos que ofrezca a los trabajadores un marco restringido de elección (o en sistemas de Contribución Definida Nocional (CDN), sin elección) y que es menos costosa de administrar. Un sistema CDN con capitalización parcial sería una de las formas de hacerlo”. Asimismo, considera que “cualquier buen sistema tendrá parte de reparto y parte de capitalización. No obstante, el balance entre las dos partes puede variar ampliamente. Es un error pensar que un movimiento hacia la capitalización puede, por si mismo, garantizar la sostenibilidad de las pensiones”.

Por otro lado, el autor de varios libros sobre pensiones y financiamiento de la educación superior no coincide con la crítica habitual a las AFP de falta de competencia. “Esto es un error más relacionado con los individuos, que generalmente no actúan de manera competitiva y prefieren quedarse en la AFP que hayan escogido. Estos fenómenos son cada vez mejor explicados por los recientes avances en la economía del comportamiento. Una vez más el problema no es tanto el comportamiento de cada AFP sino la elección del sistema”.

Las pensiones de Europa y China

El estallido de la crisis, los altos y estancados niveles de desempleo y por tanto la reducción de las cotizaciones, ha sumado a la pirámide poblacional motivos para dudar de la sostenibilidad de las pensiones en el viejo continente. No obstante, para Barr “las pensiones son por supuesto sostenibles. Cuando fueron diseñadas en un primer momento, si la edad de jubilación hubiera tenido mecanismos de ajuste a la esperanza de vida no habríamos tenido mayores problemas en la actualidad con la sostenibilidad. La solución estratégica es obvia, la edad de jubilación debería estar fuertemente relacionada con la esperanza de vida”.

Un caso bien distinto es el de China, donde también Nicholas Barr asesoró al Gobierno. El gigante asiático introdujo en 1998 un sistema de cuentas de capitalización individual. “El sistema se enfrentó a los problemas que cualquier sistema de elección y competencia tendría. Además, bajo ninguna circunstancia el incremento de fondos de ahorro a largo plazo es beneficioso aplicado a China. Peter Diamond y yo recomendamos que China debería mantener una estrategia de sistemas de compartir riesgos más que de cuentas individuales, argumentando que en todo caso éstas no deberían ser de capitalización pura, sino, por ejemplo, a través de un sistema Contribución Definida Nocional parcialmente financiado”.