La estatua del toro de Wall Street se ha convertido en una visita obligada para los turistas que cada año visitan Nueva York. Sin embargo, a este icono le ha salido una dura competidora que le va a robar gran parte del protagonismo… aunque solo sea durante un mes. Se trata de una estatua de bronce que representa a un niña que mira al astado de forma desafiante. ¿Quién la ha instalado ahí? La respuesta la encontramos en la industria de gestión de activos, concretamente en la sexta entidad más grande del mundo por activos bajo gestión: State Street Global Advisors. Suya ha sido la idea de colocar la escultura en ese lugar. Y lo ha hecho como parte de una campaña lanzada el Día Internacional de la Mujer para presionar a las compañías para que incluyan a más mujeres en sus consejos de administración.
La firma gestiona 2,5 billones de dólares y está dispuesta a utilizar su poder para alcanzar este objetivo. El 90% de los activos que gestiona están en productos que replican índices que aglutinan a las empresas más grandes del mundo, compañías que cuentan con consejos de administración donde la mujer está infrarepresentada. Ocurre en todo el planeta. También en España, donde sólo el 20% de los consejos de administración de las empresas del Ibex 35 están formados por mujeres. Diez de esas compañías tienen una o ninguna representante femenina en su cúpula. La situación es aún más sonrojante en Estados Unidos, donde una de cada cuatro empresas que integran el Russell 3000 no tiene a ninguna mujer en su máximo órgano directivo.
La imagen de la niña enfrentándose al toro y a ese Wall Street que representa es todo un aviso: o las empresas empiezan a incrementar el número de consejeras en sus consejos o la gestora será activista votando en contra de los consejos de administración en las juntas de accionistas. “No vamos a votar automáticamente en contra de la compañía, pero queremos asegurarnos de que se adoptan medidas concretas y tangibles para reducir el gap que existe entre hombres y mujeres en los consejos de administración”, afirma Lori Heinel, directora global de Inversiones de la entidad. Por el momento, State Street planea enviarles una carta a 3.500 compañías incitándoles a actuar.
Sin embargo, este problema también alcanza a la industria de gestión de activos, donde la mujer está claramente infrarepresentada. Un informe de Morningstar revela que únicamente uno de cinco fondos están gestionados por mujeres, una ratio que no ha mejorado en los últimos ocho años. La firma ha analizado más de 26.000 fondos comparando el ratio hombre-mujer por país con otras profesiones que requieren un nivel educativo similar, como médicos o abogados. El informe también identifica las áreas de la industria dónde las mujeres han experimentado progresos relativos. “Las mujeres están infra-representadas en los fondos a nivel global, con los mayores mercados por debajo de los más pequeños,” explica Laura Pavlenko Lutton, directora de análisis de Morningstar en Norteamérica. “Hemos encontrado áreas donde las mujeres tienen más oportunidades, específicamente en fondos pasivos, fondos de fondos, y fondos gestionados en equipo. Las grandes gestoras también tienen más propensión que las gestoras más pequeñas a promocionar mujeres en puestos de gestor”.
Resulta llamativo que los países con grandes centros financieros tienen proporciones más bajas de mujeres como gestores de fondos que muchos de los mercados más pequeños. En España, Francia, Hong Kong, Israel y Singapur, por lo menos el 20% de los gestores de fondos son mujeres. Aunque la infrarepresentación de la mujer sigue siendo un hecho, son los países donde se pueden encontrar un mayor porcentaje de gestoras, sobre todo si se compara con las cifras que se observa en grandes centros financieros, como Brasil, India, Alemania y Estados Unidos, que están detrás de la media global, con un 12,9% de mujeres. La estatua de la niña ha sido un medio muy efectivo para llamar la atención sobre un problema real que es global. Mantendrá su postura de determinación, franqueza y disposición a desafiar y cambiar el statu quo durante 30 días. Una vez transcurrido ese plazo, será retirada.
