La externalización de servicios cobra fuerza entre la banca privada mundial

Un estudio de la firma de análisis y consultoría Celent que lleva por título 'Wealth Management Outsourcing: A Global Market Perspective' recoge cómo las entidades de administración de altos patrimonios mundiales están empezando a usar la externalización de algunos de sus servicios, especialmente cuando se trata de gestionar necesidades que dependen de la tecnología, para afrontar este complicado entorno.

La industria financiera ha recurrido a los servicios de externalización desde hace años y los utiliza como un medio para reducir costes. Los gestores de banca privada, sin embargo, como explica el estudio de Celent, han sido un tanto reticentes en este aspecto, mostrando poco entusiasmo a la hora de depositar la confianza en terceros. Este rechazo se atribuye a la confidencialidad y privacidad de algunos asuntos relacionados con la gestión de los activos de sus clientes mejor valorados. De todas maneras, la crisis ha dado un giro importante permitiendo que las entidades cambien su visión sobre la externalización.

Los gestores van recurriendo a esta opción en las áreas de tecnología, en la gestión de las bases de datos, en los sistemas de conocimiento del cliente, en las facilidades que ofrecen para los móviles o en la gestión de carteras para servicios de ejecución.

Factores

Hay una serie de factores que están facilitando este proceso. El primero de ellos es la reducción de los costes. Celent estima que las entidades de banca privada pueden ahorrarse una media de entre un 20% y un 30% si ceden la gestión de determinados servicios. El segundo refleja cómo esta fórmula se ven como un avance de cara a la necesidad de reducir o ampliar su tamaño rápidamente. Otro de los catalizadores es la necesidad de consolidar y gestionar las bases de datos. Las compañías se han dado cuenta de la cantidad de información que almacenan y de que no disponen de las herramientas tecnológicas que sean capaces de manejar y gestionar esa información de manera eficaz.

Según el estudio de Celent, los presupuestos en tecnología de la información van a permanecer planos o reducirse por la crisis, lo que significa que las entidades tendrán que hacer más con menos. Ante ello, la externalización se presenta como una opción para mejorar la eficiencia sin necesidad de una inversión en infraestructura.

Además, el estudio prevé que aquellos que aún no se hayan adentrado en el mundo de la externalización empezarán a valorarlo, mientras que los que sí utilizan el apoyo de terceros, aumentarán las áreas donde poder tirar de esta ayuda. Parece, según Celent, que el gasto en este tipo de servicios va a oscilar entre un 5% y un 7%, teniendo en cuenta que muchos de los gestores de banca privada utilizan aplicaciones que han existido desde hace más de diez años y que necesitan ser reemplazadas.

Geográficamente, la externalización no es igual de popular en todos los países. La mejor adaptación está teniendo lugar en Estados Unidos, donde las entidades están traspasando de forma importante sus actividades relacionadas con la banca privada. En Europa, las cosas funcionan de otra manera. Suiza, por ejemplo, es un país con estrictos requisitos en el ámbito de la privacidad, lo que hace que las entidades europeas se queden por detrás al no incorporar este tipo de servicios con la misma intensidad. Asia tampoco se han mostrado muy entusiasta con el apoyo de terceros.