“La eurozona parece haber escapado a una recesión mucho más profunda a medio plazo”

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DoodleDeMoon, Flickr, Creative Commons

El panorama de crecimiento económico global sigue siendo inferior al de tendencia, ya que la mayoría de países desarrollados continúan recortando sus niveles de endeudamiento frente a un trasfondo de inflación muy benigna. Según Standish, boutique de BNY Mellon, este entorno permite a sus bancos centrales mantener políticas monetarias acomodaticias hasta que la recuperación económica gane tracción. En Europa, el perfil de crecimiento económico de los países del sur es todavía preocupante: la mayor parte de los indicadores adelantados apuntan a una contracción de la actividad en la región.

En un artículo publicado en la Newsletter que la entidad distribuye entre sus clientes, los expertos de la firma señalan que “dado que el ritmo de caída de la actividad en la periferia se ha suavizado durante los últimos meses, y que la producción económica alemana todavía aumenta, la eurozona parece haber escapado al escenario de una recesión mucho más profunda a medio plazo”. Sin embargo, tal y como refleja el impasse electoral en Italia, Europa se enfrenta a una serie de retos políticos. “Cabe esperar que la inestabilidad política se instale en Europa, lo cual podría ser fuente de mayor volatilidad en los mercados de renta fija”.

¿Cómo afecta esto al posicionamiento del BNY Mellon Euroland Bond Fund? Según explican en la entidad, los gestores del fondo mantienen una sobreponderación moderada a los sectores de deuda privada y de los mercados emergentes. El riesgo activo en divisas se concentra en posiciones cortas en una cesta de divisas asiáticas, el dólar neozelandés y el franco suizo, frente a posiciones largas en el dólar y en ciertas monedas emergentes (peso mexicano, peso chileno y zloty polaco). Por lo que respecta a la deuda soberana europea, el fondo sigue infraponderando a los Países Bajos y a Francia respecto a Alemania, y mantiene una posición de sobreponderación moderada de los países periféricos de la eurozona, como por ejemplo Portugal.

La duración de la cartera (cercana a 0,5 años) es inferior a la del índice, sobre todo en Estados Unidos y Europa. El equipo detecta valor en los mercados de deuda pública del Reino Unido y de Nueva Zelanda, así como en ciertos mercados escandinavos de deuda indexada, ya que la inflación podría aumentar a medio plazo como consecuencia de las medidas de estímulo implementadas por los bancos centrales de numerosos países. Dado el bajo nivel de volatilidad implícita en los mercados financieros, el equipo ha buscado formas de utilizar opciones sobre divisas y tipos de interés susceptibles de beneficiarse de un aumento de la volatilidad.