La apuesta emergente de DWS Investments se centrará en los BRIC

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El fenómeno de los emergentes parece imparable. Mejores tasas de crecimiento, una menor presión inflacionista y una pirámide poblacional sana hacen de estas regiones un destino muy atractivo para la inversión. “Si a esto añadimos la buena posición en que les sitúa unos niveles de déficit y deuda mucho más bajos que los que registran los países desarrollados, esto hace que la situación de estos países sea mucho más favorable”, afirma Pedro Dañobeitia, director general de DWS Investments para Iberia y Latinoamérica.

En la presentación del DWS Emerging Markets Day, acto celebrado en Madrid, Dañobeitia se hacía eco de las estimaciones que auguran que la capitalización de los mercados emergentes seguirá aumentando en el futuro hasta el punto de que, dentro de 20 años, el tamaño de estos mercados superará al de los desarrollados. Tan es así que un tercio de la capitalización bursátil mundial corresponderá a China, señalaba el experto. Por este motivo, Dañobeitia reconocía que la estrategia emergente de la gestora pasará ineludiblemente por apostar por economías en crecimiento, especialmente en lo que respecta a los BRIC.

La apuesta rusa

“El mercado ruso cotiza actualmente con descuento no sólo con respecto a los mercados desarrollados, sino que también con respecto a los emergentes”, asegura Odeniyaz Dzhaparov, gestor senior de renta variable rusa y de Europa del Este. “De hecho, es uno de los mercados más baratos del mundo”. A pesar de que el RTS Moscú ha subido más de un 20% en lo que va de año, las valoraciones siguen siendo muy bajas, sobre todo en lo que a las compañías energéticas se refiere, indica el gestor.

En este sentido, cabe recordar –afirma Dzhaparov- que gas y petróleo representan prácticamente el 60% de las exportaciones del país y que su mercado se podría ver beneficiado por un aumento de su precio. “La economía rusa se verá impulsada en el corto plazo por la subida del precio del petróleo, una circunstancia que se ha convertido en el principal catalizador de este mercado dada la elevada correlación existente”, señala el gestor.

Una vez celebradas las elecciones a la presidencia del país, el gestor considera que el nuevo Ejecutivo presidido por Vladimir Putin tendrá que poner en marcha importantes reformas encaminadas a atajar la corrupción, a reforzar el sistema de pensiones y apoyar a unas pequeñas y medianas empresas que actualmente aportan muy poco a un PIB que, según sus estimaciones, “no crecerá este año a un ritmo espectacular, pero cuyo porcentaje alcanzará el 4%”.

La apuesta brasileña

Brasil es otro de los mercados en los que DWS Investments ve un gran potencial de crecimiento. “En términos de valoración, el mercado brasileño está barato y hay margen para asistir a nuevas subidas”, apunta Luiz Ribeiro, responsable de renta variable latinoamericana en DWS Investments Sao Paulo. “Las revisiones de los beneficios empresariales se están produciendo al alza, sin que por ahora exista margen para las sorpresas negativas”, indica el experto. Más bien al contrario. “Existe espacio para asistir a sorpresas positivas”.

Y es que, en su opinión, estamos en un escenario muy similar al vivido en 2009, cuando el inversor era muy escéptico y mantenía un posicionamiento defensivo y luego sobrevino el rally bursátil. “Ahora tengo el mismo feeling”, reconocía Ribeiro. “Tengo la sensación de que de un momento a otro el inversor abandonará su posicionamiento defensivo, una circunstancia que terminará por reflejarse en el mercado de renta variable”, apunta el experto.

Al fin y al cabo, el país goza de una situación macroeconómica envidiable. “Brasil está logrando controlar la inflación a la vez que bajar los tipos de interés, algo que contribuirá a impulsar la actividad y el consumo en un país donde la clase media ya representa el 55% de la población”. Por esta razón, Ribeiro prefiere estar expuesto a compañías vinculadas al consumo interno, sin descuidar a sectores como el financiero, el de materiales o incluso el energético, teniendo en cuenta que el 70% de las exportaciones del país son commodities.

La apuesta china

Existen, según Hian-Boon Tay, experto en renta variable asiática, varios sectores que pueden beneficiarse de un rápido crecimiento del PIB chino, si bien la demanda interna y el desarrollo urbanístico serán, en su opinión, los que más aprovecharán esta tendencia. En este punto, Tay destaca que el consumo interno chino sigue siendo la mitad que el que muestran países como Estados Unidos e inferior al registrado en otros emergentes como Brasil, India o Rusia. “El diferencial es muy amplio, por lo que el potencial de China es muy elevado”, destaca.

Por lo que respecta a la urbanización del país, el experto señala que en el 2025 se calcula que 350 millones de chinos habrán pasado de vivir en el campo a las ciudades. Precisamente, el año pasado fue el primero en la historia en el que el número de ciudadanos chinos que vivían en las urbes superó al que habita en las áreas rurales. “Todo ello requerirá un enorme esfuerzo en infraestructuras”, asegura Tay. Entre ellas destaca la construcción de sistemas de transporte o la edificación de hasta 50.000 rascacielos, el equivalente a diez ciudades de Nueva York.

Por ello, este experto anima a aprovechar las oportunidades que se presentan en su mercado, sobre todo teniendo en cuenta que “la bolsa china se ha comportado relativamente mejor que el resto de mercados emergentes durante los últimos 5-7 años”. Esto no quiere decir, sin embargo, que el país no esté exento de riesgos. Según Tay, en 2010 había seis millones de graduados en busca de empleo, por lo que la economía debe crecer lo suficientemente rápido para absorber esta demanda.