Juego de LTROnos

Nuevo post del blog de María Folqué y Montserrat Formoso de Funds People.

Madre mía. Toda la vida quejándonos de que aquí no se va nadie a no ser que sea un participante de un reality show obligado y en cuestión de días, zas, se nos van el monarca, el jefe de la oposición, un magistrado del Tribunal Supremo y siete concejales del ayuntamiento de Santiago de Compostela. Toma. Sólo nos queda un miembro del ejecutivo central y ya tenemos a todos los poderes (usted no Sr. Montoro, que estamos en la campaña de la renta). Eso es lo que se llama la historia de Historia y no nos cabe más remedio que dejar constancia de estos momentos tan señalados y significativos. Don Mario, esta semana no es usted el único en hacer historia.

En breve se nos irá también el señor Durao Barroso, aunque quién llegará está todavía poco claro. En teoría debería ser el luxemburgués Jean Claude Juncker, de quién el columnista del Financial Times, Gideon Rachman, ha dicho “no me gustan ni su presunción, ni su federalismo, ni sus chistes sin gracia”. Vamos, que no le gusta, está clarito y el tricolon abunda en ello. Aunque menos le gusta a su Primer Ministro, David Cameron, que está de gresca con Ángela Merkel, a la que tampoco le debe gustar mucho porque al principio estuvo tentada de apoyar a su compatriota Schulz, en plan buen rollito con la grossen coalizionen. Usted no se preocupe Sr. Juncker, gustar no gusta, pero usted es político y su auto estima estará muy por encima de esas menudencias. Lo de la popularidad está muy bien para cuando uno es adolescente en un high school americano, pero fuera de esas condiciones socio temporales, su importancia está exagerada. Bueno, o no.

Seguiremos de cerca el debate a ver si al final se ejerce o no la demanda por lo democrático, que es lo que se lleva, o si Merkel se rinde, como la han acusado ya, a los “caprichos” de Cameron, ese “socio incómodo del que no se puede prescindir”, tal como ella misma ha declarado.

Porque en materia de popularidad hoy no podemos más que hablar de Mario Draghi, el hombre del día y acaparador de las portadas una vez que la abdicación real va perdiendo momentum. Pues sí, señores, que parece como si este año hubiese adelantado sus vacaciones. Muchos dirán que ya lo sabían, que lo tenían claro, incluso se habrán pasando la tarde del jueves twitteando viejos artículos en lo que garabateaba con estas ideas. Pero cierta incertidumbre estaba en el aire, sobre todo porque lo anunciado ya estaba puesto en precio y la decepción supondría un coste, especialmente para nosotros los periféricos que vamos de deuda pública "hasta las pestañas". Y ahorradores de Alemania, no se enfaden que a su economía esto también le viene bien.

Así que señores, prepárense para pedir prestado que el BCE está que lo regala. Otra cosa será cómo encajan las medidas que pone sobre la mesa para que el crédito fluya a la economía real, con el cumplimiento de los requerimientos de capital que se les están exigiendo para los estrés test.

Nadie pone en duda la importancia de las medidas anunciadas y respaldadas por unanimidad, pero pocos apostarán ciegamente por la eficacia de las mismas para llevar la inflación a niveles próximos al 2% en el medio plazo –por lo menos queda abierto lo que es medio plazo-. Por ello destacamos ese As en la manga que a Draghi le va tan bien, la retórica. Con rotundidad afirmó en la rueda de prensa que “esto no es el fin” de los estímulos, y ahí están trabajando sobre el mercado de ABS para hacerlo “simple, real y transparente”, y lo que es más importante, homogéneo.

Más cosas. Tras llamar a la puerta de la Zona Euro por segunda vez, Lituania será el socio número 19 a partir de 2015 gracias a la deflación de precios de la economía. Se espera, también, que en esa fecha cambie el sistema de rotación en las votaciones del BCE, lo que llevará a que los países grandes (por PIB) –Alemania, Francia, España, Italia y Holanda- tengan que alternarse el turno de voto. Se nota que Alemania lo tiene todo bien atado.

Y de una zona monetaria a los cimientos de otra, ya que la semana pasada se firmó el tratado para la Unión Euroasiática que entrará en vigor en 2015. Aquí Rusia también lo tiene todo bien atado. 

"Pues aquí, matando el tiempo"

 

Buena semana.