Jornada de tensión y nervios en Wall Street. La Bolsa de Nueva York ha vivido una sesión de gran incertidumbre, en el que la negociación ha permanecido suspendida por espacio de tres horas por un fallo informático. Los problemas comenzaban incluso antes de abrir, cuando agentes de la Bolsa de Nueva York informaban de un problema técnico no concretado. Fue dos horas después de la apertura, en torno a las 11.30 de la mañana (hora local), cuando New York Stock Exchange informaba a través de su página web de la suspensión temporal de la negociación de todos los valores, quedando canceladas todas las órdenes abiertas. Según responsables del mercado americano, fueron los problemas surgidos al tratar de resolver el problema técnico inicial lo que habría terminado por obligar al operador a suspender las cotizaciones.
El incidente dio lugar a todo tipo de especulaciones en el mercado, lo que obligaba a New York Stock Exchange a aclarar vía Twitter que la suspensión se debía a cuestiones técnicas y no a un ataque informático. Hacía esa precisión ante las sospechas de ciberataque que se habían ido fraguando al coincidir curiosamente este incidente con fallos técnicos que habían interrumpido el servicio en otras dos grandes compañías americanas: United Airlines (que tuvo que paralizar todos sus vuelos durante varias horas por otro fallo informático), y The Wall Street Journal (cuya página web estuvo caída de manera temporal). En el caso del incidente relativo a la Bolsa de Nueva York, no todos los sistemas se vieron afectados. Las acciones continuaron cotizando en otras plataformas, como la operada por Nasdaq OMX Group y el BATS Global Markets.
La jornada cerró con números rojos en los principales índices del mercado americano. En el caso del S&P 500, el indicador más representativo del mercado estadounidense, las pérdidas fueron del 1,7%, si bien fue capaz de mantenerse sobre el nivel de los 2.000 puntos. También sufrió pérdidas del 1,7% el Nasdaq 100, mientras que el Dow Jones cedió un 1,5%.