Jim O’Neill o cómo resolver la crisis de la eurozona con tres sencillas iniciativas

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“La crisis europea no es en absoluto una crisis fiscal o de deuda soberana. Eso es tan sólo una parte del problema, quizá una pequeña parte. El déficit y el endeudamiento de la eurozona no es tan malo en comparación con el que arrastran economías como la de EEUU, Reino Unido o Japón. Es una crisis que afecta directamente a la estructura, el liderazgo y la gobernanza del euro”. Así de contundente se muestra Jim O’Neill, presidente de Goldman Sachs Asset Management, al asegurar además que “si los políticos europeos quieren que el euro sobreviva, tienen que empezar por ser realmente tan europeístas como dicen ser”.

En su tradicional carta semanal, el famoso gurú afirma categórico que “pedir soporte financiero al Fondo Monetario Internacional o incluso a China sería realmente ridículo”. La crisis que atraviesa el Viejo Continente podría resolverse rápidamente siguiendo tres sencillos pasos sin necesidad de solicitar ayuda externa, señala el experto. “En primer lugar, lo que se debería hacer es acudir a las próximas cumbres del G-7, G-8 y G-20 representando a la eurozona con una única voz y no en nombre de Alemania, Francia, Italia o cualquier otro país, lo que a su vez abriría las puertas a mejoras en la gobernanza mundial”.

El segundo punto sería –según O’Neill- adoptar un compromiso de cara al futuro sobre la creación de los eurobonos sorteando las objeciones alemanas obligando a los países a la sostenibilidad fiscal. Y, en tercer lugar, “utilizar el dinero del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) para refinanciar entidades bancarias en dificultades, especialmente aquellas que supongan un riesgo sistémico, si no a todas ellas”. ¿Podría ocurrir algo de esto?, se pregunta el máximo responsable de Goldman Sachs AM. “Si los políticos europeos no hacen que esto suceda, ¿cómo pueden esperar seriamente que el euro sobreviva?”, se cuestiona.