IOSCO reconoce la importancia de los CDS para determinar el precio de algunos bonos

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Mathew Knott, Flickr Creative COmmons

El mercado de CDS ha cambiado mucho. En los últimos años, los contratos se han estandarizado y el proceso electrónico y la transparencia de negociaciones se han incrementado, así como la disponibilidad de los datos, en paralelo al surgimiento de estudios sobre su papel en los mercados financieros. Lo dice la Organización Internacional de Comisiones de Valores en su último estudio sobre el mercado de CDS, en el que informa sobre el debate regulatorio y subraya algunos de los temas clave en torno a esos acuerdos de swaps financieros. Por ejemplo, hay datos mixtos sobre su influencia en el precio de los bonos o su relación con los diferenciales, aunque el informe reconoce su importancia en el proceso de determinación de esos precios.

El estudio es un mandato que efectuaron el grupo de 20 países más industrializados del mundo y las naciones emergentes en la cumbre de Cannes en noviembre del año pasado, donde se pidió al organismo que investigara y valorara la funcionalidad de los mercados de CDS y su papel en la formación de precio de los activos subyacentes para la cumbre del G-20 que empieza hoy en Los Cabos, México.

Según sus datos, a finales del año pasado, el valor bruto nocional de los contratos de CDS en todo el mundo suponía 26 billones de dólares –la mitad del pico de 2007, con 60 billones entonces, debido a los mecanismos de compresión utilizados a pesar de que las negociaciones han seguido creciendo-, con un valor neto de 2,7 billones. Además, la exposición nocional de los CDS a las firmas privadas es cuatro veces a la de las entidades públicas. Según los datos, el uso de estos instrumentos es proporcionalmente mayor para las firmas pequeñas y más intenso en el sector corporativo que en el bancario.

Para las entidades públicas, el tamaño de CDS frente a la deuda pública ha permanecido relativamente estable desde 2008, lo que desmiente la impresión de que el mercado de CDS se ha disparado con la crisis financiera, y los países más pequeños tienden a tener una mayor ratio de CDS sobre la deuda pública. “Los datos confirman la estabilidad del mercado en el área euro, frente a los que sugieren que la crisis ha incrementado la demanda de CDS como cobertura”, dice el informe, explicando que la ratio de nocional neta frente a la deuda pública ha permanecido estable en países como Irlanda, Grecia o Portugal.

Mayor riesgo: el de contraparte

En el ámbito de la autorregulación se ha producido una estandarización de los contratos que ha facilitado los procesos de back office y una gestión de operaciones que ha reducido las disputas legales, aunque el informe habla de iniciativas tomadas por los reguladores para mitigar los riesgos, lo que incluye procesos de clearing (cruce de órdenes), estandarización de productos y una mayor información. A pesar de esa mayor información, el mercado es aún opaco, según IOSCO.

“Dada su naturaleza concentrada e interconectada, una de las fuentes de riesgo es el riesgo de contraparte generado por la suspensión de pagos de los vendedores de esa protección, lo que puede llevar a otros a quebrar”, dice, lo que supone un riesgo sistémico. Y es que el organismo, que denuncia la baja colateralización existente, explica que el uso de contrapartes centrales (CCP), que ha sido visto como una forma de mitigar el riesgo y prevenir el contagio de quiebras, ha aumentado en los últimos años.

Impacto mixto

Con respecto a su impacto en el precio de los bonos, dice que el mercado de CDS ofrece oportunidades de cobertura, aumentando la liquidez y reduciendo el riesgo de crédito y el coste de financiación. Sin embargo, concluye que hay evidencias mixtas sobre si los CDS reducen el coste de emisión de deuda. “Algunos estudios dicen que en el periodo que sigue a la emisión del CDS, hay una reducción (de precios) para las compañías más transparentes y de alta calidad, mientras para otras el coste se incrementa”, explica. Además, los CDS pueden reducir el incentivo de monitorización por parte de los bancos prestamistas, lo que afecta negativamente al riesgo de los tenedores de bonos.

“Hay evidencias empíricas de la existencia de correlación entre los precios del CDS y los diferenciales de los bonos, sobre todo cuando su comportamiento se evalúa a largo plazo y en periodos de ausencia de estrés, pero en el corto plazo hay desviaciones significativas debido a la diferente velocidad con la que ambos se ajustan a la nueva información de los mercados”, dice el estudio.

El informe también muestra que los CDS tienen peso en el proceso de formación de precio del riesgo de crédito de emisores privados, aunque no está claro hasta qué punto depende del hecho de su mayor liquidez frente a los bonos o de la facilidad de tomar posiciones cortas en este mercado. En los emisores públicos de menor calidad, los CDS también tienen un papel importante en el proceso de determinación de precios sobre todo en momentos turbulentos, si bien en los países con mayores ratings y con mercados más líquidos, la determinación del precio depende sobre todo de los bonos. De ahí, que en general, los datos sean mixtos y no esté claro que que estos instrumentos puedan reducir los diferenciales de los bonos ni permitir a las firmas emitir más deuda y facilitar su financiación (exceptuando las grandes y de mayor calidad).

Además, IOSCO determina que no hay evidencias concluyentes sobre si la toma de posiciones cortas a través de CDS al descubierto es dañina para bonos de alta rentabilidad.