Invertir en el futuro de África

Bou-Diab_Malek
Foto cedida

La renta variable africana tuvo un buen comportamiento el año pasado, pese a la mayor preocupación del mercado por la retirada del estímulo de la Reserva Federal. África se ha beneficiado mucho menos de los flujos de entradas asociados al dinero fácil. En la economía real ha entrado menos liquidez inducida por la expansión cuantitativa a través del crédito bancario y otros canales. Como la expansión cuantitativa no ha sido de gran ayuda, el efecto de su retirada será menor.

Las economías también están tomando caminos diferentes. Al contrario que otros mercados emergentes que se enfrentan a la desaceleración del crecimiento económico y el aumento de la inflación, África ha evitado esa suerte y está dando sus primeros pasos en temas de inversión. Es mucho más probable que los grandes inversores recorten su exposición en otros lugares, y no que reduzcan sus posiciones en carteras nicho.

Sin embargo, los mercados africanos no están totalmente aislados de los acontecimientos mundiales. Si los tipos subieran, los efectos sobre los mercados de deuda pública podrían hacer que el año fuera volátil. Los precios de las materias primas también pueden seguir bajando y presionando sobre los presupuestos públicos. Aunque los mercados han capeado bien los comentarios sobre la retirada del estímulo, la liquidez puede ser un problema. Nigeria y Kenia no sufrieron correcciones, pero la liquidez desapareció rápidamente y el ambiente estaba muy enrarecido.

Los inversores también tienen presente algunos problemas más locales. En Nigeria se avecinan elecciones y el politiqueo podría afectar a la velocidad de las reformas y los esfuerzos por invertir en infraestructura. Por su parte, Egipto está marcando el ritmo. El índice local EGX 30 ha subido más de un 50% desde que el presidente Morsi fue destituido. El país sigue una senda más estable con la nueva Constitución, una buena razón para la revalorización de los mercados. El mercado egipcio es más resistente ahora que en el pasado reciente. El gobierno provisional entiende que el país necesita inversiones. Un shock económico positivo generará aún más estabilidad, lo que, a su vez, permitirá más reformas. Por esa razón hemos aumentado nuestra exposición en Egipto hasta casi el 30%. Creemos que el bucle de retroalimentación positiva de estabilidad, reformas e inversión, será favorable para las empresas locales. También están surgiendo oportunidades en Túnez y Marruecos, pues los cambios se dejan sentir.

La situación del África subsahariana es menos firme. En Nigeria, las tensiones van en aumento en previsión de las elecciones presidenciales. Las previsiones de crecimiento del mercado son altas, y el consumo también podría decepcionar. Los grandes flujos de entradas recientes fácilmente podrían darse la vuelta si baja el precio de la renta variable.

Por esa razón hemos reducido nuestra exposición a Nigeria y únicamente seguimos invertidos en los valores más líquidos. La situación del país en este momento es complicada, ya que existen muchas variables. Dependiendo de la situación política antes de las elecciones del 2015, la selección del próximo gobernador del Banco Central, la liquidez del mercado y la evolución del precio del petróleo, podríamos recortar aún más nuestra posición. El boom del consumo de Nigeria es tan insostenible como los de todos los demás países de la región subsahariana. Incluso la poderosa Sudáfrica debe invertir mucho en su oxidada infraestructura. El viejo modelo basado en el consumo está llegando a sus límites. Los valores de consumo han subido y batido al mercado, y ya hemos pasado al siguiente tema —la inversión.

Los países bendecidos con recursos naturales suelen venderlos y luego consumen el dinero obtenido. La caída de los precios de las materias primas significa menos combustible para el auge del consumo. También se importan demasiados bienes que podrían producirse internamente, lo que añadiría valor y crearía empleo en la economía.

África es consciente de que la inversión en capacidad productiva es esencial, es buena para la economía, las personas y la armonía social. Egipto, Nigeria y Kenia están invirtiendo y tratando de atraer inversores extranjeros. Realmente, las cosas están cambiando. En este sentido, la exposición en los bancos africanos podrían verse beneficiada. Puede que no dirijan necesariamente esos grandes acuerdos de financiación, pero la demanda de préstamos para inversiones aumentará con la contratación de empresas locales para que participen en la "Gran Construcción" de África.