Invertir en biotecnología, con Polar Capital

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TRIBUNA de Paula Mercado, directora de Análisis de VDOS.

El índice de compañías del sector biotecnológico cotizadas en el NASDAQ estadounidense gana en el año un 10,27 por ciento por rentabilidad, por encima del 7,58 por ciento de ganancia del NASDAQ Composite. El sector ha conseguido recuperar parte del terreno perdido el pasado año, apoyándose en el inesperado resultado electoral en EEUU, con una administración que, a priori, no está claramente posicionada con relación a este tipo de compañías.

El grupo de fondos de la categoría sectorial VDOS de Biotecnología, que invierten su cartera en empresas de este sector, obtiene en el año una rentabilidad de 14,58 por ciento. De este grupo de fondos, Polar Capital Biotechnology es el que mejor comportamiento presenta en el año, con una revalorización de 17,11 por ciento desde el inicio del año en su clase I de distribución en euros.

Invierte su cartera en empresas innovadoras con potencial para transformar la medicina y que el equipo gestor estima que están infravaloradas por el mercado. No está limitado ni por zona geográfica ni por capitalización, focalizándose en innovación de alta calidad, que normalmente se corresponde con empresas cotizadas en los mercados bursátiles, por lo que valoraciones y apetito por el riesgo, así como disponibilidad de capital, son también cruciales para la construcción de la cartera y su gestión del riesgo.

El estilo de inversión podría describirse como top-down combinado con bottom-up. Con respecto a la selección individual de valores, la mejor descripción tal vez sea que el gestor invierte en compañías que ofrecen un perfil de Crecimiento a Precios Razonables (GARP, por sus siglas en inglés). El equipo gestor se basa sobre todo en fundamentales del sector y de cada compañía, para seleccionar los activos a incluir en su cartera. Más concretamente, busca identificar catalizadores que puedan venir en forma de datos clínicos, decisiones normativas, alianzas entre compañías o ventas trimestrales de activos comercializados.

El equipo cree que el sector biotecnológico se percibe correctamente como difícil de invertir en él con éxito. La razón es que el descubrimiento y desarrollo de medicamentos es una actividad de relativo alto riesgo desde el punto de vista inversor. Creen firmemente que los inversores necesitan una cartera diversificada y gestionada activamente por un especialista y un equipo conocedor del sector. El fondo está referenciado al índice Nasdaq Biotechnology, sólo con el objetivo de tener una referencia para su valoración, pero el gestor cree que la cartera debe invertirse sin limitaciones para obtener el máximo beneficio de un estilo de inversión activo, a largo plazo.

El gestor principal del fondo es David Pinniger. Se incorporó al equipo de Polar Capital Healthcare en 2013 para lanzar y gestionar el fondo Polar Capital Biotechnology. Con anterioridad a su incorporación a Polar Capital, David fue gestor de carteras del International Biotechnology Trust en SV Life Sciences durante cinco años, analista del sector biotecnológico de la empresa de capital riesgo Abingworth durante tres años y analista del sector europeo de farmacia y biotecnología en Morgan Stanley. Se licenció con honores en Ciencias Humanas por la Universidad de Oxford en 1999 y cuenta con la certificación CFA.

El proceso inversor parte de un universo global de 700 compañías, que se ha visto enriquecido en los últimos años por el gran número de empresas en estado de desarrollo o precomercial que han comenzado a cotizar en las Bolsas de Valores vía OPVs. El gestor tiende a concentrarse en empresas que operan en geografías con industrias de biotecnología establecidas y percibidas como de alta calidad, limitándose básicamente a EEUU y Europa. Los nombres con interés potencial se seleccionan activamente a partir de ideas generadas internamente, utilizando un amplio abanico de fuentes de información externas, incluyendo reuniones con los equipos directivos, conferencias de inversores, congresos médicos, debates con profesionales de la medicina y revisión interna de literatura científica.

El gestor categoriza el universo de inversión en cinco grandes grupos, reflejando, en su mayor parte, el estado de madurez operacional y su modelo de negocio. La parte top-down del proceso de inversión supone el establecimiento de un objetivo de ponderación para cada una de estas categorías. Cada una de ellas agrupa empresas con niveles de rentabilidad-riesgo diferentes, según queda reflejado en su beta o sensibilidad a la volatilidad de movimientos en los mercados.

El gestor del fondo estima que la variación en las ponderaciones de estas categorías en la cartera puede alterar el perfil de riesgo, de volatilidad y de liquidez de la cartera, por lo que se mantienen listas de espera con nombres de potencial de inclusión. Finalmente, para conseguir el correcto equilibrio de concentración según la convicción del equipo gestor, y suficiente diversificación para gestionar el riesgo, se crea una cartera de entre 40 y 60 compañías. Aunque la cartera está bien diversificada, el gestor cree que está lo suficientemente concentrada para permitir de las ideas de elevada convicción puedan aportar valor.

La cartera incluye sólo compañías con fundamentales, valoración y características técnicas alineadas con la opinión del gestor del fondo. Se venden las acciones de empresas que el gestor estima que han sufrido - o van a sufrir - un deterioro de sus fundamentales, valoraciones y características técnicas con respecto al resto de oportunidades disponibles.

Las mayores posiciones en la cartera del fondo corresponden a Celgene (7,20%) Incyte Corp (6,10%) Regeneron Pharmaceuticals (6%) Genmab AS (4,90%) y Biogen (4,70%). Por sector, Biotecnología supone un 78,10 por ciento de la cartera, con Farmacéuticas (13,10%) Herramientas y Servicios de Ciencias de la Vida (3,70%) Tecnología Sanitaria (1,90%) y Equipamiento Sanitario (1,90%) representando los sectores de mayor ponderación en la cartera. Por país, EEUU (71,70%) Dinamarca (7%) Reino Unido (4,20%) China (4,10%) y Suecia (3,60%) son los de mayor ponderación.

La evolución histórica del fondo por rentabilidad lo sitúa entre los mejores de su categoría, en el primer quintil, durante 2014, 2015, 2016 y 2017, con un dato de volatilidad a tres años de 28,76 por ciento y de 23,08 por ciento a un año. En este último periodo, su Sharpe es de 1,80 y su tracking error, respecto al índice de su categoría, de 6,61 por ciento. La aportación mínima requerida para suscribir la clase I de distribución en euros de POLAR CAPITAL BIOTECHNOLOGY es de 1 millón de dólares (aproximadamente 925.000 euros) aplicando a sus partícipes una comisión fija de 1 por ciento y de depósito de hasta 0,03 por ciento, además de una comisión variable de 10 por ciento sobre resultados positivos del fondo respecto a su índice de referencia. El fondo dispone también de clases para inversores individuales, denominadas en euros, dólares y libras esterlinas.

Tras las incertidumbres iniciales, parece que la intervención directa del gobierno en el precio de los medicamentos no es uno de los puntos importantes de su agenda. Más bien parece que el interés político reside en fomentar la competitividad y mejorar la transparencia en cuanto a precio y valor.

Es interesante hacer notar que las empresas de menor capitalización han tenido un comportamiento superior a las de mayor capitalización, desde el inicio del año. Esta evolución apoya el argumento del equipo gestor del fondo, en cuanto a que las mejores oportunidades fundamentales del sector pueden encontrarse más allá de las grandes compañías, argumento posiblemente apoyado también por un aumento del foco inversor en compañías de menor capitalización de desarrollo clínico o de plataformas tecnológicas, percibidas como innovadoras, y que pueden considerarse aisladas de las tendencias actuales y futuras en cuanto a precios, pero también beneficiarias potenciales de la recuperación en la actividad de fusiones y adquisiciones durante los próximos meses.

Desde el punto de vista del equipo gestor, 2017 puede ser un año fuerte en cuanto a aprobaciones normativas y lanzamientos comerciales de algunas medicinas realmente innovadoras en áreas como la oncología, inflamación y enfermedades genéticas raras, impulsando el crecimiento y beneficios de las compañías involucradas. En base a la cartera de pedidos de Investigación y Desarrollo y a las fechas ya definidas por la FDS, el equipo gestor estima que entre 30 y 40 nuevas medicinas podrían obtener su aprobación en 2017, lo que subrayaría un robusto crecimiento y unas perspectivas de beneficios para el sector durante los próximos años.

El fondo muestra una excelente evolución, respecto al resto de fondos de su categoría, durante los últimos cuatro años, destacando especialmente su comportamiento durante el pasado año en que el sector sufrió un importante retroceso, haciéndose merecedor de la calificación cinco estrellas de VDOS y la calificación consistentes Funds People.

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