Invertir de forma responsable –y sostenible– a largo plazo

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Cedida por M&G Investments

TRIBUNA de John William Olsen, gestor de fondos en M&G Investments. Comentario patrocinado por M&G Investments.

El término inversión responsable se ha convertido en un vocablo de moda, que significa distintas cosas para cada persona.

Pero sea cual sea nuestra definición específica de inversión responsable, los inversores –y la sociedad en general– se preguntan cada vez más si las compañías hacen lo correcto. Esto incluye su forma de actuar para con todos sus stakeholders (grupos de interés), como por ejemplo clientes, empleados, inversores, comunidades locales y el medioambiente.

Consideramos la inversión responsable como un asunto intrínseco a la gestión, y constituye una parte significativa de cualquier estrategia de inversión dirigida a maximizar la rentabilidad a largo plazo.

Creemos que la conciencia social y la gestión responsable son elementos importantes en la capacidad de muchas compañías para generar valor económico en el futuro. También pensamos que no tener en cuenta factores medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) podría afectar a la rentabilidad de una compañía, así como a la cotización de sus acciones.

Aunque muchas compañías e inversores profesionales muestran una obsesión creciente con el corto plazo, esto no encaja con los objetivos de ahorro a largo plazo de la mayoría de nuestros clientes, como por ejemplo invertir de cara a su jubilación.

Como gestores responsables de su inversión, en el equipo Select de M&G nos concentramos en crear riqueza a largo plazo invirtiendo en compañías de calidad, sostenibles y administradas de forma responsable, que en nuestra opinión están infravaloradas por el mercado debido a problemas a corto plazo. De hecho, pensamos que nuestro horizonte a largo plazo es probablemente nuestra mayor ventaja competitiva, ya que las compañías sostenibles crean valor a lo largo de años, o incluso décadas.

La sostenibilidad está profundamente arraigada en el proceso de inversión del equipo Select de M&G, que se basa en tres pilares principales:

  1. Identificar a compañías con ventajas competitivas que les brinden protección frente a sus rivales y la erosión de su rentabilidad. Unos productos y servicios sostenibles, unidos a un gobierno efectivo y un comportamiento corporativo responsable, pueden contribuir significativamente a mantener estas ventajas en el largo plazo.
  2. Llevar a cabo un análisis en profundidad de estas compañías, que abarque factores ESG como eventuales riesgos operativos –incidentes medioambientales y daños a la reputación–, obstáculos y motores estructurales capaces de determinar el panorama de la compañía y una evaluación de la ética y el comportamiento de su equipo directivo.
  3. Esperar pacientemente a que surjan problemas a corto plazo que nos permitan comprar acciones en esas empresas con un descuento respecto a lo que consideramos su valor intrínseco según nuestro análisis (es decir, que nos parezcan baratas), con la idea de mantenerlas en cartera a largo plazo.

Como idea general, creemos que esa interacción con las compañías es probablemente el elemento más importante de la inversión sostenible a largo plazo. Como representantes del patrimonio de nuestros clientes, nos hallamos en posición de inspirar y abogar por valores sólidos, responsables y duraderos en las compañías en las que invertimos, y en última instancia, de ayudar a influir en su toma de decisiones.

Por supuesto, ninguna compañía es perfecta, y todas ellas se enfrentan tarde o temprano a problemas de cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en el desarrollo de sus actividades. No obstante, tenemos que estar convencidos de que están bien encaminadas y de que hacen todo lo posible por mantener dicho rumbo. Nos esforzamos por hacer preguntas difíciles, y como accionistas, podemos votar en contra de sus decisiones si no estamos de acuerdo con ellas.

Lanzado en 1967, el M&G Global Select Fund intenta generar rentabilidad y crecimiento del capital (el aumento del valor de la inversión inicial) en el largo plazo (es decir, a cinco años o más) invirtiendo principalmente en un abanico de acciones de compañías de todo el mundo.

El fondo invierte en una cartera concentrada de compañías –generalmente entre 30 y 40– en las que creemos que un elemento de cambio está ayudando a impulsar su valor. De nuevo, esperamos con paciencia a que surjan problemas a corto que nos permitan comprar acciones en esas compañías a un precio más bajo, con la intención de mantenerlas en cartera a largo plazo.

Como inversores pacientes, y en base a nuestra interacción activa con las compañías en las que invertimos para asegurar que están alineadas con nuestros valores, creemos que nuestras inversiones se verán remuneradas con el tiempo.

Por favor, consulte nuestro glosario si desea obtener información sobre cualquiera de los términos que aparecen en el artículo.