Inquietud en los mercados: ¿qué están haciendo las divisas y por qué?

Divisas
M4D Group, Flickr, Creative Commons

La publicación de los últimos datos macro relacionados con la evolución del empleo en EE.UU. llevó el pasado viernes – el dato sobre crecimiento salarial se situó en mínimos de 27 años- al par euro/dólar a dar un bandazo espectacular cuyas consecuencias seguirán notándose al comienzo de esta semana, máxime teniendo en cuenta que está prevista la publicación del IPC, los ISM manufactureros y no manufactureros de julio y la lectura de nóminas no agrícolas del viernes. 

“La masiva volatilidad del viernes fue algo totalmente inesperado tras ese dato loco, y muestra hasta qué punto están nerviosos y reactivos los mercados”, explica John J. Hardy, director de estrategia Forex de Saxo Bank. “Por ahora el mercado parece apoyar al dólar, pero estamos de vuelta en mitad del rango y todo el mundo estará vigilando y muy inquieto durante esta semana”, sentencia Hardy. 

Otra cita importante de esta semana es la reunión del Banco de Inglaterra (BoE), que celebra el jueves. En ella está prevista que publiquen su informe trimestral sobre inflación (QIR por sus siglas en inglés), las minutas sobre la reunión de su Comité de Política Monetaria y, lo más importante, que revele el nivel de los tipos de interés. No se trata de un asunto baladí, pues en la última semana el consenso de mercado ha especulado con la posibilidad de que la Vieja Dama esté más cerca de una subida de tipos de lo que se esperaba en un principio, aunque en ningún caso antes de que termine el 2015. 

Debido a este entorno – que irá acompañado de la publicación de algunos datos macro de Reino Unido, como el PMI manufacturero, la producción industrial o las ventas de automóviles- desde Saxo Bank anticipan que el par libra/dólar “podría estar ante una semana de dura prueba”. “El gobernador Mark Carney podría seguir defendiendo su agenda de subida de tipos de interés, y se cree que algunos de los miembros del comité están comenzando a sentirse impacientes por comenzar”, indica Hardy, que concluye: “Este es un riesgo muy poderoso para las operaciones sobre la esterlina este jueves, y se espera que al menos un par de miembros voten a favor de una subida de tipos”.

Por su parte, los analistas de Bank of America Merrill Lynch creen que los miembros del Comité “probablemente subrayarán que el crecimiento se ha recuperado de vuelta a la tendencia en el segundo trimestre, que los salarios han repuntado y la productividad parece más animada. En otras palabras, que las subidas de tipos están en camino”. La previsión del banco de inversión es que el BoE recorte su previsión de inflación a corto plazo debido al comportamiento del petróleo y la libra “descartando una subida en noviembre”, aunque mantendrán sin cambios la previsión del 2,1% fijada para finales de 2017, lo que interpretan como “la inflación permanecerá baja por más tiempo, pero después volverá a un camino al alza escarpado”. 

Desde ETF Securities, sus expertos inciden sobre la apreciación del dólar “a medida que la Reserva Federal condiciona al mercado para subir los tipos este año”, refiriéndose al último cambio de lenguaje del banco central (añadió la palabra “cierta” antes de “mejoría adicional del mercado laboral”). No obstante, en la firma se centran en el comportamiento de otras divisas que se han mantenido en un segundo plano, al hacerles sombra el “billete verde”. Una de ellas es el dólar canadiense: “El bajo precio del petróleo pasó peaje a la economía canadiense al caer el PIB mensual por quinto mes consecutivo, apoyando la decisión del banco central de Canadá del 15 de julio de recortar los tipos de financiación”. En consecuencia, el dólar canadiense se depreció un 4,2% contra el dólar de EE.UU.

Otra divisa que ha experimentado ventas esta semana ha sido la corona sueca, resaltan desde ETF Securities: “A pesar de batir el PIB sueco las expectativas (un 3% frente al 2,5% interanual esperado), la corona sueca se depreció al esperar el mercado que los tipos de interés sigan en negativo para mantener ese ritmo de crecimiento”. 

¿Qué está pasando en el mundo emergente?

Las monedas de países en vías de desarrollo no son ajenas a los movimientos de los bancos centrales de todo el mundo. Si hace unos días saltaban a la palestra las divisas latinoamericanas, ahora el protagonismo es para el rublo, después de que el banco central de Rusia recortase en 50 puntos básicos los tipos de interés el pasado viernes. El recorte llega después del tijeretazo de 100 puntos básicos realizado en la reunión del mes de junio, por lo que en total la autoridad monetaria rusa ha rebajado el precio oficial del dinero en 550 puntos básicos desde el comienzo del año, todo para luchar contra la inflación. Dmitry Savchenko economista jefe de Rusia de Nordea Markets, cree que esta política agresiva empezará a tener efectos a finales de año: si bien el IPC de julio se incrementó hasta el 16% interanual desde el 15,3% del de junio, prevé que termine el año en el 11,4% interanual. 

Savchenko indica que el banco central de Rusia se está mostrando más cauto en parte por la volatilidad del rublo: “Un rublo débil puede incrementar la presión inflacionista. Para tapar estos riesgos, el banco central de Rusia ya ha parado las intervenciones contra el rublo en el mercado de divisas”. El experto indica no obstante que “la moneda y los mercados de divisas no reaccionaron mucho al recorte de tipos, al haber puesto ya en precio estos pasos, pero el rublo todavía puede ponerse bajo una ligera presión dadas las expectativas de una política acomodaticia”, por lo que calcula que – si el Brent no cruza el soporte técnico de 50 ó 52 dólares el barril- la moneda rusa debería intercambiarse a 60 rublos el dólar.