Implicaciones de los nuevos límites de producción establecidos por la OPEP

Caballo
Foto: Alberto Bautista Fotografía, Flickr, Creative Commons

La OPEP ha optado por establecer un nuevo límite a la producción de entre 32,5 y 33 millones de barriles diarios en su primera acción de este tipo desde noviembre de 2014. La producción más reciente de la OPEP está en torno a 33,5 millones de barriles al día, así que parece tratarse de un recorte de entre medio millón y un millón de barriles diarios. No está muy claro quién va a recortar ni cuándo, pero Guinness Asset Management espera que los detalles se resuelvan en la siguiente reunión de la OPEP el 30 de noviembre. Según el Financial Times, el Ministro de Petróleo de Arabia Saudita ha anunciado que tres países con condiciones especiales -Libia, Nigeria e Irán, que han tenido restricciones por razones propias específicas- podrán producir dentro de los términos de referencia a niveles máximos que sean razonables y que generalmente serán los niveles que han alcanzado recientemente.

Dentro de la OPEP, el equipo que cubre el sector energético en Guinness AM espera que el mayor recorte recaiga sobre los hombros de Arabia Saudí, con apoyo principalmente de Emiratos Árabes y Kuwait. Un movimiento que en la gestora califican de justo si tenemos en cuenta que estos tres países son los que han estado produciendo en exceso en relación al resto de miembros durante los últimos 4-5 años. Las razones para el anuncio parecen obvias. El comunicado de la OPEP dice literalmente que “en los últimos dos años, los ingresos de países exportadores y compañías petroleras han caído drásticamente, poniendo su posición fiscal bajo presión y entorpeciendo su crecimiento económico. La industria petrolera se ha enfrentado a profundos recortes de la inversión y a despidos masivos, conllevando un riesgo potencial para que en el futuro no se consiga atender la demanda, en detrimento de la seguridad de la oferta”.

Según Guiness AM, está claro que las economías de la OPEP están bajo un estrés significativo, que es el factor desencadenante a corto plazo de la decisión de recortar. También hay una creciente preocupación por que la industria petrolera sea incapaz de proporcionar suficiente petróleo en el futuro, llevándonos al próximo pico del precio del petróleo, aunque esta es una preocupación secundaria para la OPEP en este momento. Teniendo en cuenta la posición de Arabia Saudí, desde la gestora creen que el príncipe heredero (arquitecto de la política actual de petróleo) ha vuelto a ser presionado para poner un suelo más firme al precio del petróleo, por el bien del presupuesto fiscal del país. Hace unos días, el país anunciaba recortes del 20% en los salarios de los ministros y en los subsidios estatales como parte de su respuesta para frenar el mayor déficit fiscal entre las 20 mayores economías del mundo.

“Con esto en mente, las acciones de este país al frente de la OPEP parecen diseñadas para conseguir un precio del petróleo que cierre ese déficit, sin que suba tanto como para estimular en exceso la oferta que no procede de la OPEP. Para cerrarlo por completo sería necesario un barril de crudo a 80 dólares. El objetivo a largo plazo de Arabia Saudí sigue siendo un precio significativamente por encima de los niveles actuales, y la acción del día 28 fue un paso importante en ese camino a recorrer”, explican. A juicio del equipo de Energía de Guinness, esto tendrá implicaciones inmediatas. “Se ha trazado una línea invisible: la OPEP no va a tolerar precios a estos niveles durante mucho tiempo. Hay que esperar subidas del precio del petróleo, pero también es importante conocer cuáles son las actuaciones concretas de la OPEP para evaluar el impacto en la dinámica entre oferta y demanda”.

Dejando al margen los incendios en Canadá y otros cortes temporales de la producción, en la gestora estiman que este año está habiendo un exceso de la producción mundial del orden de 500.000 barriles diarios. Si la OPEP retira entre medio millón y un millón de barriles, se dejaría al mercado en déficit a corto plazo y comenzaría un período de drenaje en los inventarios. En Guinness creen que la reacción de la oferta no va a ser inmediata y todavía necesita ser definitivamente sancionada el 30 de noviembre. “Los incrementos de producción que se esperan de Libia y Nigeria podrían mantener algo más de tiempo el exceso de oferta en el mercado y de alguna manera compensar los recortes de otros miembros de la OPEP”. Más a largo plazo, en la entidad esperan que los precios del petróleo alcancen un nivel con el que los países de la OPEP se muestren satisfechos, la economía mundial se estabilice y la producción de petróleo de EE.UU. crezca de forma controlada. “Ese nivel está en torno a los 70 dólares el barril”, afirman.