Ibercaja tampoco se unirá a Caja 3 y se compromete a estar entre las más solventes en breve

LOGOS_LIBER-IBER-CAJA3
Cedida

La ruptura de la integración de Liberbank e Ibercaja implica que esta última entidad no se unirá tampoco a Caja 3, pese a que su integración se había pactado con antelación a la operación a tres bandas. A partir de ahora, todos tendrán que ir en solitario y buscar la fórmula para cumplir las exigencias de saneamientos, entre la que no se descarta la nacionalización en alguno de los casos.

La que mejor parada sale de este intento fallido de fusión es Ibercaja, puesto que la auditoría de Oliver Wyman determinó que sólo necesitaba 226 millones, frente a los casi 800 millones de Caja 3 y a los 1.200 millones de Liberbank. Su pretensión ahora es conseguir cuanto antes equilibrar ese desfase y volver al Grupo 0, integrado por las entidades que no necesitan capital

Para lograrlo, tiene que presentar un plan de recapitalización creíble (que previsiblemente se basará en la generación de recursos internamente, aunque también puede incluir alguna venta), que una vez autorizado le permitirá volver a estar incluida en el grupo de las mejores entidades del país. 

A partir de ahí, podrá plantearse de nuevo iniciar otra integración, que en el futuro podría ser con Caja 3 una vez esté saneada con recursos públicos, o llevar a cabo la adquisición de alguna entidad que se ponga a la venta.