Henderson: “Los políticos en China están más preocupados de sus cargos que de la economía del país”

¿Cómo ha sido su experiencia con el fondo en China?

En general ha sido buena. Los retornos de las compañías en China han sido muy positivos, lo que se traspasa a los inversionistas del fondo. Uno de los puntos flacos es la volatilidad, que resta estabilidad a los resultados del fondo. En los últimos 5 años hemos pasado por años muy buenos y otros malos.

¿De qué manera podría afectar un cambio político en China al desarrollo económico que venían mostrando hasta la fecha?

En este momento, los políticos están más preocupados de obtener nuevos trabajos, ser promovidos y acumular más poder, que de dar estabilidad y crecimiento a la economía. Lo anterior significa que probablemente este año estén más pendientes de sus temas personales que de la economía y eso se ha traducido en políticas lentas que afectan el crecimiento, como se ha visto en el primer trimestre de este año. Es de esperar que cuando hayan sido elegidos se dediquen a potenciar nuevamente los proyectos que dejaron pendientes y con esto aumente el crecimiento del PIB hacia el tercer o cuarto trimestre de este año.

Si bien no es año de elecciones, corresponden designaciones en cargos importantes en octubre o noviembre ya que se renovarán 7 de los 9 principales cargos políticos del país. Dado que hay cambios en cargos tan importantes, hay mucho debate sobre el futuro de China lo que genera incertidumbre.

En resumen, están preocupados de nombrar los cargos antes que de la economía.

¿Cree que efectivamente ocurrirá el llamado “riesgo burbuja”? ¿Cuál es su opinión sobre el sector inmobiliario?

Muchas personas hablan de burbujas en China y, efectivamente, hay sectores en donde existen, como por ejemplo el inmobiliario. Uno de los problemas que tiene la gente con buena situación económica en China es que no tienen muchos lugares donde invertir su dinero aparte de acciones, bancos o el sector inmobiliario (en algunas zonas como Shanghai), lo que ha hecho subir mucho los precios.

En este momento no hay muchas operaciones en el sector inmobiliario, pero los ingresos están subiendo y el interés se mantiene fuerte, lo que hace esperar que el incremento de precios se mantenga.

En nuestro caso, tenemos que elegir muy bien en qué compañías invertir. En este momento están muy baratas por lo que somos dueños de varias de ellas.

En lo que respecta al fondo, estamos sobreponderados en acciones del sector inmobiliario con respecto a nuestra competencia.

¿Y el financiero?

Una de las razones de por qué está barato es porque el crecimiento de las utilidades se ha desacelerado, y la otra, porque a la gente no lo gusta invertir en las compañías en donde el Estado tiene participación. Los inversionistas están pagando precios altos por las compañías de consumo, en general, y de comida y bebidas en particular. Esto se debe a que es un sector muy bien manejado.

Se podría decir que el mercado está esperando señales de estímulo como rebajas en las tasas de interés, lo que no se ha dado hasta el momento.

Probablemente veamos un alza en el segundo semestre de este año. Hoy hay bastante escepticismo en China por la incertidumbre en el corto plazo y si tendrá un “aterrizaje forzoso” (hard landing) o no. Así se generan oportunidades de comprar barato, pero siempre teniendo claro que es un mercado muy volátil. Uno de los indicadores en que nos fijamos para ver cuándo comprar es qué hacen los directores de las compañías y, en estos momentos, están comprando acciones.

¿En que sectores ve oportunidades para los próximos meses en China?

En el largo plazo, veo atractivo en las compañías de consumo como por ejemplo, una viña. También las compañías de tecnología, negocios relacionados con internet, como por ejemplo, publicidad por este medio.

En el corto plazo, preferimos sectores menos cíclicos como el bancario. También es atractivo el sector energético sobre todo de gas y petróleo. En el mercado de gas natural el crecimiento de la demanda está en promedio en torno al 20 -25%, además de las políticas de incentivo que promueve el gobierno por tratarse de una energía limpia.