“Por primera vez en muchos años hay muchas oportunidades de ganar dinero invirtiendo en crédito”, señala Richard Ford, gestor de renta fija de Morgan Stanley IM. Eso sí, hay que entrar con mucha prudencia. Ford apuesta en este momento por empresas de alta calidad crediticia y que sean importantes para la estabilidad del sistema, como los grandes bancos y las empresas de servicios públicos. “¿A quién le quiero prestar dinero en este entorno? A las compañías con apoyo del Gobierno”, señala.
El gestor, que participó en una conferencia organizada en Madrid por el capítulo español de CAIA, considera que el apetito por la renta fija privada, que se ha disparado en los últimos meses, podría mantenerse fuerte durante tiempo. “Creo que apenas está comenzando el proceso de aumentar la inversión en crédito. Muchos inversores saldrán de la renta fija pública para protegerse de la inflación y entrarán en crédito”, comenta.
Ford, que tiene 14 años de experiencia como inversor profesional, asegura que, para que las oportunidades cristalicen, es necesario que las políticas de estímulo funcionen. No cree que el consumidor de Estados Unidos vuelva a actuar como el salvador en esta crisis, pero se mantiene relativamente optimista. “Veo una recesión, no una depresión, y por eso me parece que la renta fija corporativa está barata”, dice.
En cuanto se den señales de recuperación en los mercados de crédito, habrá que añadir más riesgo a las carteras. “El momento de moverse hacia activos de más riesgo será cuando los diferenciales se reduzcan. Habrá que invertir primero en compañías con más riesgo dentro del grado de inversión y después ir entrando en high yield”, afirma.
Pero, mientas llegan esas señales, Ford recomienda centrarse en las empresas con más probabilidades de sobrevivir a la recesión. “Si la refinanciación es un bien escaso, hay que buscar a los que más se beneficien de ella”, señala.