Fondos para aprovechar la subida de tipos

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Foto: Afif Kusuma on Unsplash

Las subidas de tipos de interés se asocian normalmente con una luz ámbar en el camino de los inversores hacia la rentabilidad, en la medida en que anticipan un enfriamiento económico ante el esfuerzo de las autoridades por controlar la inflación. Sin embargo, y tanto por el significado y el contexto en que se producirán las próximas subidas del BCE como por el bajo punto de partida de las tasas actuales, los inversores no tienen por qué pisar el freno ni percibir dichas subidas como obstáculos si son capaces de adaptar sus carteras y apostar por fondos que no sólo brinden protección, sino que además les permitan beneficiarse de las decisiones de Trichet.

Según publica Expansión, en las carteras de renta fija tradicionales, la primera consigna está en reducir al mínimo o eliminar el riesgo de tipos cubriendo la duración o incluso aprovecharse incluyendo bonos flotantes, directamente beneficiados de las alzas a través de sus cupones. Entre estos últimos, y aunque reconoce las complicaciones de obtener beneficios a través de apuestas direccionales, Eduardo Antón, analista de fondos de Inversis Banco, destaca el UBAM Dynamic Euro Bond, que invierte en bonos corporativos flotantes y se beneficia por un lado de unos mayores cupones y por otro del previsible estrechamiento de diferenciales de crédito en un escenario de mejoría económica.

Otra opción es reducir la duración de las carteras, algo que apunta directamente a los fondos monetarios o de renta fija a muy corto plazo. En este sentido, Víctor Alvargonzález, consejero delegado de Profim, apuesta por la fórmula de duración mínima -con monetarios que renueven constantemente sus repos, logrando cada vez mayor rentabilidad en un entorno alcista de tipos-, combinada con una comisión también mínima, un aspecto que cobra importancia debido a las aún muy reducidas rentabilidades de los activos a corto plazo. “Aunque el BCE no subiera los tipos, estos fondos se verán beneficiados por la evolución del Euríbor”, comenta, dejando entrever la posibilidad, aunque remota, de que pudieran volver a convertirse en una alternativa a los depósitos en un escenario de subidas de tasas continuadas. Fondos que cumplen este perfil son el Robeco Euro Cash, que invierte en deuda privada y pública con un horizonte inferior a 3 meses y tiene una comisión de gestión del 0,4%, o el Mutuafondo Dinero, un producto principalmente de deuda pública española con la misma duración y una comisión del 0,15%.

También los fondos de renta fija high yield con cortas duraciones sirven como alternativa. Desde Inversis, Antón recomienda el Goldman Sachs Global High Yield, que además de neutralizar el riesgo de tipos se posiciona en un activo que sufre menos ante sus subidas que el crédito con grado de inversión y además se suele beneficiar más de los estrechamientos de diferenciales, debido la disminución del peligro de impago. Otra alternativa similar es el Robeco European High Yield Bonds. “Funciona casi como un flotante en la medida que sus cupones están ligados al Libor a 3 meses y se beneficia también de la subida del precio del bono”, comenta José Hinojo, gestor de activos de Renta 4. Otras opciones fuera del universo high yield son el Pioneer Euro Short Term o el Schroder ISF Global Credit Duration Hedge, con cobertura de la duración.

Dando un paso adelante hacia la gestión alternativa y apostando por fondos gestionados de forma muy activa y con la posibilidad de posicionarse con duración negativa, salen a relucir nombres como el PIMCO Unconstrained Bond, el JP Morgan Income Opportunitiy o el Robeco Flex-o-rente. “Son fondos que pueden verse más beneficiados que los monetarios pero es importante que no sólo suban los tipos de corto plazo, sino también el resto de la curva, algo que depende de la anticipación del mercado de presiones inflacionistas y de la recuperación”, matiza Alvargonzález. Desde Renta 4, Hinojo añade otras ideas, como el Carmignac Securité, que puede variar su duración en un rango entre 4 y -2 años, o el Pioneer Absolute Returns, entre -2 y 2 años. “Aunque este último es más global, y Europa será la primera en mover los tipos, probablemente EEUU le secunde a final de año”, afirma. El LFP Protectaus, con duración siempre negativa en un rango de -4 a -7 años, es una opción más arriesgada, si bien este escenario le beneficiaría.

Aún dentro de la renta fija, y ante el hecho de que el BCE reacciona a las presiones inflacionistas, otras opciones son los fondos de bonos ligados a la inflación, como el Axa WF Global Inflation Bonds Redex, con la posibilidad además de cubrir la duración hasta el entorno de un año, según Renta 4. Si bien, desde Profim advierten de que este tipo de productos sólo se benefician cuando las subidas de precios son constantes y a largo plazo, pues de no ser así la subida del cupón podría verse contrarrestada por la caída del precio.

La menor sensibilidad de los convertibles a las subidas de tipos que los bonos tradicionales también podría ser valiosa, en fondos con corta duración y una gestión activa de la delta y actualmente baja, de entre el 30% y el 40%, como en el Oddo Convertibles o en el fondo Ferox Salar, si bien Eduardo Antón matiza que su correlación es alta con los activos high yield y que, en este momento, optan por estos últimos.

En renta variable, y aunque la correlación es tradicionalmente negativa, Inversis apuesta por buscar al gestor que favorezca empresas muy desapalancadas y con poca deuda, como ocurre en el sector tecnológico, o sectores que incrementen sus ingresos ante la subida de tipos, como las aseguradoras y financieras, evitando aquellos más cíclicos. Desde Profim añaden que, a diferencia de anteriores subidas de tasas, la actual no se deriva tanto de controlar una inflación desbocada sino de frenar una subida de precios “sana” que supone un signo de mejora económica que podría incluso resultar positiva para fondos bursátiles. Aun así, matizan que éste no sería el caso en fondos emergentes donde “la situación es una olla a presión y las subidas de tipos tratan de controlar la inflación a la desesperada”.

Una presión alcista de precios que beneficia también directamente a las materias primas, apuesta que Inversis recomienda hacer de forma física en lugar de posicionarse en acciones de compañías ligadas a su producción. En este sentido, señalan el fondo Goldman Sachs Commodities Total Return Enhance Strategy, un producto de futuros sobre el índice Dow Jones con una gestión activa de sus vencimientos, o el Parvest Agriculture, de BNP, que opera con futuros agrícolas. Alvargonzález reconoce que estos activos son compatibles con una inflación al alza, pero es más cauteloso, ante la ralentización económica del mundo emergente y con la excepción del petróleo. Además, cree que el oro, que suele ser el primer beneficiario de la inflación, ya ha subido mucho y por eso apenas notará las decisiones del BCE.