Fidelity, BlackRock y Schroders comentan el reciente cambio de rumbo de la Fed

Kamil Molendys, Unsplash

La impresión de Trevor Greetham, director de Asignación de Activos de Fidelity Worldwide Investment, sigue siendo que la Reserva Federal pondrá fin al Quantitative Easing más tarde de lo que está sugiriendo en estos momentos, informa Funds People. "Los indicadores adelantados son débiles y los mercados intentarán forzar que el banco central se tome más en serio la caída de la inflación, probablemente por la vía de una mayor bajada de los precios de las materias primas”. Lo más destacado de la reacción de los mercados ha sido, en su opinión, la fuerza del dólar pese a la caída de los activos de riesgo.

Según explica el experto, esto sugiere que la debilidad mostrada por el ‘billete verde’ desde que la Reserva Federal iniciase los Quantitative Easing está finalizando y que fue más bien un fenómeno temporal relacionado con la venta de activos ligados a dicha divisa en los mercados emergentes. En términos de estrategia de inversión, el experto reconoce que en la firma seguirán sobreponderados en dólares, si bien al mismo tiempo reforzarán su infraponderación en bonos y materias primas sensibles al dólar, incluyendo el oro.

Del mismo modo, Greethman reconoce que lo más probable es que en Fidelity mantengan una pequeña sobreponderación en acciones en términos agregados. “El sentimiento inversor ya estaba deprimido antes de la reunión de la Fed y a largo plazo la renta variable está mucho menos expuestas al riesgo del endurecimiento monetario que la renta fija. Seguiremos sobreponderados en renta variable estadounidense, en la que vemos buenos fundamentales, a la vez que infraponderaremos más la renta variable emergente”, revela.

La visión de BlackRock

El anuncio lanzado por Bernanke no fue para Rick Rieder, director de Inversiones del equipo de renta fija fundamental de BlackRock, ninguna sorpresa. “Como esperábamos, el presidente de la autoridad monetaria dejó claro que se mantendrá flexible con respecto a la compra de bonos, aunque indicando que el programa podría finalizar a mediados del año que viene”. Sin embargo, el experto considera que, a corto plazo, la Fed no adoptará ninguna medida que pueda disparar los tipos de interés, para no asfixiar el crecimiento.

En opinión de Rieder, “la conclusión para los inversores es que deben seguir muy atentos a las señales de crecimiento (no solo la tasa de desempleo, que está mejorando, sino también los datos de población activa), así como a pruebas de una incipiente presión inflacionista. Cuando veamos esas señales, es muy probable que los tipos de interés aumenten de forma importante”, asegura el director de Inversiones de renta fija fundamental de la gestora estadounidense.

La visión de Schroders

Aunque el anuncio debería ser una buena noticia, Keith Wade, economista jefe de Schroders, considera que los mercados han interpretado las palabras de Bernanke como una reducción del programa de compras de activos cuyo comienzo sería a finales de este mismo año. En su opinión, la Fed está respondiendo a las señales de que la economía de Estados Unidos está mejorando tras la revisión al alza de sus previsiones de crecimiento para 2014. Ahora se espera que el desempleo descienda más rápidamente, hasta el entorno del 6,5%-6,8% a fines del próximo año. "El anuncio supone una hoja de ruta para la salida del QE y proporcionan un poco de claridad a los mercados”.

No obstante, Wade cree que el panorama actual en Estados Unidos todavía es muy dependiente de los datos económicos. “Las cifras que se conozcan a partir de ahora tendrían que ser bastante sólidas para que la Fed empiece a mover ficha en el mes de septiembre, lo que me parece poco probable teniendo en cuenta que el impacto del ajuste fiscal todavía no se ha sentido en Estados Unidos y que la economía mundial muestra un ritmo de crecimiento suave, a juzgar por los datos adelantados de PMI manufacturero conocidos en China y Alemania. A esto hay que añadir que se espera que la inflación se mantenga en niveles bajos”, afirma.

¿Qué hará el Banco de Inglaterra?

La aceptación de Mark Carney del cargo de gobernador del Banco de Inglaterra dentro de unas semanas ha hecho que existan expectativas generalizadas de un aflojamiento de la política monetaria para asegurar una vuelta al crecimiento. En este sentido, Marc Allan, economista de AXA Investment Managers, ve probable que la autoridad monetaria imite a la Reserva Federal y se comprometa a no subir los tipos de interés hasta que un determinado umbral económico, probablemente ligado a la tasa de desempleo, se haya alcanzado. “Esta nueva política podría llegar tan pronto como agosto”, asegura el experto.