Éxitos y fracasos del BCE desde que Mario Draghi pronunciase su célebre frase

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European Parliament, Flickr, Creative Commons

Se acaban de cumplir cinco años desde que el presidente del BCE, Mario Draghi, anunciara que haría “lo que fuera necesario” en materia de política monetaria en Europa para proteger el euro. Según Philippe Waechter, economista jefe en Natixis AM, filial de Natixis Global AM, el BCE ha sido el canal para un ajuste sin sobresaltos en la mayor crisis financiera desde la Segunda Guerra. "Su labor casi está concluida ya que la recuperación del crecimiento es sólida. Solo debe mantener su política monetaria acomodaticia con el fin de facilitar los ajustes políticos necesarios. El siguiente paso para la construcción institucional de la eurozona es político. Es momento de que el gobierno tome el relevo. Olvidaremos a presidentes del BCE, pero Draghi seguirá siendo quien salvó la conformación de Europa".

Concide con David Lafferty, estratega jefe en Natixis Global AM, quien considera que "los problemas económicos no pueden resolverse de la noche a la mañana, pero una acción decisiva puede calmar a los mercados y permitir un margen de acción más amplio para que las herramientas políticas surtan efecto. Hoy en día, la eurozona refleja la mayor promesa económica desde antes de la crisis financiera global en 2008. Si la región está realmente en un camino sostenible hacia la expansión, en gran parte se debe al liderazgo de Draghi hace cinco años". Transcurridos cinco años desde aquella histórica intervención en Londres, es momento para hacer balance sobre los éxitos y fracasos de la autoridad monetaria europea durante este periodo de tiempo.

Quien ha hecho este ejercicio ha sido Stefan Isaacs, director adjunto del área de renta fija minorista de M&G Investments, gestor del M&G European Corporate Bond y cogestor del M&G Optimal Income y del M&G Global Floating Rate High Yield Bond, todos ellos productos con sello Funds People, quien ha puesto de manifiesto los éxitos del BCE, así como los desafíos que persisten en la región. Los resume en siete puntos:

1. En 2012, el coste de financiación de los países de la periferia había subido hasta niveles insostenibles. "Al actuar como prestamista de última instancia, el BCE permitió que países como España e Italia volvieran a tener acceso al mercado y, con ello, rebajó el coste de financiación. Con el tiempo, algunas reformas estructurales, la ampliación de los programas monetarios acomodaticios y la mejora del crecimiento han fomentado la caída de los costes de financiación hasta niveles similares o, en algunos casos, inferiores a las tasas de crecimiento actuales, lo que ofrece una posibilidad real de lograr una deuda sostenible para estas economías".

2. Las políticas monetarias ultraacomodaticias penalizaron el ahorro, redujeron los costes del servicio de la deuda y animaron a los inversores a asumir más riesgo. "Esta situación ha constituido el marco para una mejora en la confianza de los consumidores, un alza en los precios de los activos y un repunte en el consumo", explica.

3. Si bien existen indicios de que la inflación está volviendo al nivel de estabilidad de los precios según el banco central, esta evolución es muy lenta. "Es más que probable que cualquier normalización de la política monetaria sea un proceso dilatado".

4. A pesar de la notable expansión de su balance, el BCE se vio obligado a ampliar su programa de relajación cuantitativa tanto en términos de duración como de contenido (inclusión de deuda corporativa). "Actualmente, el balance asciende al ingente nivel de cuatro billones de euros. Draghi ha insistido hasta la saciedad que cualquier endurecimiento de la política monetaria se realizará de forma gradual".

5. No obstante, algunos miembros del Consejo de Gobierno de la institución se muestran preocupados sobre las consecuencias negativas que supone un balance cada vez mayor, las implicaciones para el sistema bancario, la adicción de la zona del euro al endeudamiento y, por consiguiente, la capacidad del BCE para retirar su postura ultraacomodaticia. Este aspecto figura en el capítulo de los desafíos pendientes.

6. La rezagada situación económica de Italia y las elecciones generales que se celebrarán en el país en 2018 sientan las bases para una posible decepción. "Si bien los niveles de desempleo en la eurozona han descendido en cierta medida, siguen siendo elevados, especialmente entre los más jóvenes. A pesar de las voces que dicen lo contrario, el BCE es perfectamente consciente de que se encuentra cerca de los límites de los resultados que puede ofrecer la política monetaria".

7. A pesar de toda la especulación, ningún país ha abandonado la eurozona y los mercados parecen ahora mucho menos preocupados. "Este hecho es tal vez el parámetro más importante mediante el que evaluar la efectividad de la política del BCE".