¿Es el fin del petróleo por encima de los 100 dólares el barril? Tres gráficos y tres factores a tener en cuenta

8199184991_6d810da697
London Commodity Markets, Flickr, Creative Commons

Uno de los puntos fundamentales de la última reunión de estados miembro de la OPEP fue la disposición de Irán a incrementar su producción de petróleo, que está sujeta a que las autoridades iraníes lleguen a un acuerdo con EE.UU. para que se les levanten las sanciones impuestas durante años. En un momento en el que el pulso de la OPEP a los fabricantes de petróleo no convencional cada vez es más evidente, la incorporación de las reservas de Irán puede contribuir a alterar más las dinámicas de oferta y demanda actuales. Saurabh Lele, analista de Loomis Sayles (parte de Natixis Global AM), analiza las implicaciones. 

Impacto de la vuelta de Irán a la normalidad

Lele cree que la recuperación de la producción iraní “probablemente no sea una realidad hasta 2016”. Recuerda que “de acuerdo con la declaración conjunta de abril de 2015 de los líderes de Irán y la Unión Europea, las sanciones sobre Irán se levantarán una vez que el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) haya verificado que el país ha reducido su huella nuclear, lo que puede demorarse más de 12 meses”. Una vez levantadas las sanciones, se permitirá a Irán aumentar sus exportaciones “entre 250.000 y 300.000 barriles diarios en el plazo de tres meses, y la mayor parte de ese incremento vendrá de sus depósitos oceánicos, de unos 30 millones de barriles”, indica el analista. Su valoración es que “durante los próximos 12 a 18 meses, la necesaria y retrasada inversión en Irán por parte de grandes empresas petrolíferas globales ayudaría a incrementar la producción en casi un millón de barriles diarios, que es el nivel que el país tenía antes de las sanciones”. 

Alteración del equilibrio geopolítico

Para el experto, Irán es sólo una pieza del cada vez más complejo puzzle de la producción mundial de oro negro: “El auge del petróleo de esquistos bituminosos de América del Norte ya está permitiendo que EE.UU. se aleje de la política de Oriente Medio, de lo que es prueba la salida de EE. UU. de Irán y Afganistán, así como la intervención militar limitada en los conflictos del Estado Islámico en Irak y Siria y los conflictos de Libia y Yemen. Con unos precios del petróleo WTI (de referencia en EE.UU.) de entre 75 y 85 dólares el barril, creo que América del Norte puede conseguir la autosuficiencia en un plazo de entre 6 y 8 años”. Por el momento, la semana pasada se publicó el anuario estadístico de 2015 de British Petroleum, en el que se concluía que EE.UU. ya es el primer productor de petróleo del mundo, por delante de Arabia Saudí y Rusia. 

Por otra parte, el analista comenta que, a raíz de las Primaveras Árabes de 2011, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos han estado supliendo la caída de la producción de Libia e Irán. “A medida que Irán se prepara para incrementar su producción, Arabia Saudí tendrá que replantearse su política reciente de cuota del mercado”, indican desde Loomis Sayles. Su punto de vista es que, “con las inversiones adecuadas, las reservas de petróleo y el potencial de producción de Irán e Irak en conjunto podrían rivalizar con las de Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos”. No obstante, sugieren que “en lugar de iniciar una competición de producción de petróleo contra Irán e Irak, sería mejor para Arabia Saudí dar su consentimiento y reducir la producción en vez de establecer cuotas individuales para todos los miembros de la OPEP”. 

 

En este entorno, Lele considera que Rusia es el país productor que más tiene por perder, ya que “Irán no solamente cuenta con extensas reservas de petróleo, sino también con las reservas de gas natural más grandes del mundo después de Rusia”. A esto añade su emplazamiento geográfico, que le permite ser la puerta por la que introducir gasoductos para el suministro de gas a China, India y Europa: “Un acuerdo con Irán haría que avanzara el planificado gasoducto de Pars (Irán- Turquía-Europa), el cual permitiría que la UE diversifique sus fuentes de gas natural y se aleje de la problemática Rusia. Los sueños de contar con conductos de Irán-Pakistán-India e Irán-Kazajistán-China también podrían convertirse en realidad, lo que mejoraría la posición de Irán como el principal proveedor de gas natural, aumentaría sus ganancias y reforzaría su influencia política, todo ello a costa de Rusia”. 

 

¿Fin del petróleo por encima de los 100 dólares?

¿Qué va a suponer el incremento de la producción de la OPEP de la mano de Irán para los precios del crudo? El analista predice que el precio del barril se moverá entre los 75 y los 85 dólares en el largo plazo, puesto que su análisis indica que “este rango de precio es un incentivo para que aumente la producción de petróleo en EE.UU. a un ritmo que equilibre la oferta y demanda mundiales”. No obstante, para que los precios del crudo estén bajo control en el largo plazo, Lele indica que tienen que producirse tres factores fundamentales ya expuestos: “El incremento de las exportaciones petrolíferas de Irán; la amplia y flexible oferta de petróleo de esquistos bituminosos de EE.UU. y que se retrase el crecimiento de los mercados emergentes”.

Para el representante de Loomis Sayles, las nuevas dinámicas de oferta y demanda van a suponer el fin del barril por encima de la cota de los 100 dólares: “La nueva disposición de la OPEP pondrá un suelo para los precios del petróleo, y la oferta de EE.UU. y Canadá fijará un techo. Este mercado del petróleo con buena oferta podría sin duda conducir a precios más elevados que los actuales 60 dólares por barril, pero bastante por debajo de los máximos que se han visto en años recientes”.