¿Es el coste un factor determinante a la hora de seleccionar un fondo de gestión activa?

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Miles Cave, Flickr, Creative Commons

Hace unos meses, un informe de Morningstar revelaba que, en Estados Unidos, el 95% de los flujos de fondos se iba al 20% de los fondos más baratos, lo que había influido en que la ratio de gastos ponderados por activos de los fondos del mercado estadounidense pasase del 0,76% en 2009 al 0,64% en 2014. Muchos en el sector se preguntaron en aquel momento si los resultados serían extrapolables al resto del mundo. Pues bien, ya conocemos la respuesta: no, al menos en lo que se refiere a la gestión activa.

Un nuevo informe publicado por la firma de análisis pone de manifiesto que “mientras que la preferencia de los inversores por los fondos más baratos es muy fuerte en Estados Unidos, es prácticamente inexistente en el resto del mundo”. El estudio de los flujos mensuales del universo global de fondos abiertos de gestión activa de renta fija, renta variable y mixtos revela que, en el periodo 2003-2014, los fondos estadounidenses con un coste superior a la media experimentaron un crecimiento negativo de flujos del 0,93% al mes, en el caso de los fondos de renta variable, y de 0,90% en los de renta fija.

Por comparar, esas cifras caen hasta el -0,04% y el -0,14%, respectivamente, entre los fondos transnacionales –que Morningstar define como “fondos UCITS domiciliados en jurisdicciones como Luxemburgo e Irlanda y distribuidos en múltiples mercados”– y hasta el 0,02% y el 0,15% en el caso de los fondos europeos (para todos los fondos no domiciliados en Estados Unidos, el periodo de análisis abarca del 2008 al 2014). Dicho de otro modo, según los datos del informe, entre los fondos europeos de renta fija y renta variable, un incremento de costes superior a la media está relacionado, paradójicamente, con un crecimiento positivo de los flujos.

¿A qué responde esta situación? Morningstar lo atribuye al hecho de que quienes invierten en fondos domiciliados fuera de Estados Unidos valoran más otros factores –ciertas estructuras de fondos, mayor calidad de la gestora, continuidad del equipo gestor o sesgo hacia ciertos estilos de inversión, por ejemplo– que son los marcan sus preferencias a la hora de seleccionar fondos de gestión activa. “Es probable que las diferencias observadas entre los flujos de los fondos más caros y más baratos fuera de Estados Unidos estén relacionadas con otras características específicas de los fondos”, explican los autores. “La conclusión es que los fondos estadounidenses se ven especialmente presionados para rebajar sus costes si quieren atraer activos, mientras que los fondos domiciliados en otras partes del mundo todavía no sienten esa presión”.

No incluye ETF

Hay que recordar, no obstante, que el estudio no incluye datos sobre fondos cotizados porque los flujos de fondos de estos productos son más volátiles, ya que muchos inversores los emplean como vehículos de negociación a corto plazo. “Los ETF más grandes tienen un periodo medio de tenencia de tan solo unas semanas, por lo que nos ha parecido prudente excluir a los ETF para centrarnos en el proceso de toma de decisiones de inversión a largo plazo”, argumentan los autores.

No obstante, el estudio sí incluye datos de los fondos índice que, aunque minoritarios, “se negocian de forma similar a los fondo de inversión, se ofrecen a través de canales similares y pueden ser controlados explícitamente en nuestro modelo”.