“En España vamos a ver cómo se empiezan a diseñar fórmulas de inversión para los clientes a largo plazo. Hoy ese producto no existe”

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Funds People

Desde enero, AXA Investment Managers ha experimentado un fuerte crecimiento en España. El volumen de activos de la oficina ronda actualmente los 3.000 millones de euros (65% en productos de renta fija y 35% en renta variable), frente a los 2.100 millones de principios de año, lo que supone un incremento del orden del 40%, tasa superior al que está creciendo la industria. A nivel global el volumen de activos de la gestora está a punto de rebasar los 700.000 millones de euros. “Para lograr este crecimiento han sido necesarios dos factores: que tu producto haya mostrado una gran consistencia y que haya existido interés por la clase de activo. Esa conjunción de factores es lo que nos ha permitido registrar este importante crecimiento. Tenemos buena gama de fondos que responde a lo que busca el inversor en estos momentos”, asegura Beatriz Barros de Lis, responsable de la oficina de AXA IM para Iberia.

En una entrevista concedida a Funds People, Barros de Lis recuerda que, en 2010, cuando asumió la responsabilidad de dirigir la oficina, el interés por el high yield era muy escaso. Hoy, el gran interés que existe por el mercado de deuda de alto rendimiento es uno de los factores que ha permitido a la entidad despuntar. “En renta fija nos hemos sabido anticipar muy bien a las demandas de los inversores. Ha sido el gran acierto de la casa. En estos momentos estamos haciendo un especial esfuerzo en las estrategias de high yield americana de corta duración”. En este sentido, es importante destacar que en la firma han detectado recientemente movimientos importantes en las carteras de sus clientes. “En todas nuestras estrategias de high yield que comercializamos hemos visto entradas de dinero, aunque la más reclamada ha sido el AXA US Short Duration High Yield”, revela la responsable.

“En un entorno en el que se acerca el momento de la subida de tipos de interés en EE.UU, que nosotros estimamos empezarán a producirse en diciembre, al inversor le gusta especialmente de esta estrategia el hecho de tener exposición a tires altas, pero con un tercio de la volatilidad. Hasta mediados de año no habíamos visto especial interés por esta estrategia. Hasta ahora el apetito se centraba por high yield con tires más elevadas y vencimientos más largos. Esa tendencia ha cambiado”. En su opinión, hay otro factor que explica este interés: la escasez de opciones de inversión en renta fija. “A excepción de la deuda emergente, clase de activo por la que no hemos apreciado demanda, el high yield sigue siendo la única alternativa que ofrece un yield elevado”. Barros de Lis reconoce, no obstante, estar recibiendo muchas preguntas de sus clientes con respecto a este mercado tras las últimas correcciones.

“Nosotros seguimos positivos en high yield, donde no hemos apreciado salidas significativas. Pensamos que por fundamentales no ha habido ningún impacto negativo. Ha habido volatilidad y se han ampliado los diferenciales, lo cual vemos como un buen punto para entrar a niveles más atractivos”. En la entidad van a aprovechar el actual entorno para lanzar al mercado un producto de high yield europeo con vencimiento 2020, que denominan ‘buy & mantain’, gestionado activamente y pensado especialmente para bancas privadas e inversores retail, ya que permite a los inversores aislarse del efecto duración. “Es un producto que si no lo vendes hasta vencimiento y tienes fe en la experiencia de la casa que lo gestiona en evitar defaults, te ofrecerá un atractiva rentabilidad a vencimiento”, explica la responsable de AXA IM para el mercado ibérico. 

En el actual entorno de incertidumbre y volatilidad en los mercados, Barros de Lis revela que los inversores han mostrado más serenidad que en otras ocasiones. “Piensan que la foto de la economía global no es mala y, tras las caídas y posteriores rebotes de los mercados, son conscientes de que habrá sustos, pero también de que hay unas clases de activos que resisten mejor que otras”. En renta variable europea, donde la volatilidad ha sido especialmente significativa, cita por ejemplo las small caps. “Sigo pensado que este segmento es una parcela que está un poco descuidada, que se asocia a alta volatilidad cuando, en realidad, en periodos de estrés de los mercados como los vividos recientemente ha tenido menor volatilidad que las large caps y mejor rentabilidad (las caídas apenas han sido del 1%). También se asocia a la inversión en pequeñas compañías, cuando en realidad en la cartera entran valores del Ibex 35”. La gran apuesta de la casa es el AXA Framlington Europe Small Caps, producto que es primer decil a todos los periodos.

En renta variable AXA IM cuenta con dos equipos: uno es el que forma el de Framlington (gestión cualitativa con sesgo growth) y el otro el de Rosenberg (gestión cuantitativa con sesgo value). El que más éxito comercial tiene en España es un producto de renta variable americana, el AXA Rosenberg US Enhanced Index Equity Alpha. El año pasado fue el fondo más vendido por la oficina y actualmente ocupa el quinto puesto por patrimonio tras el AXA WF Global Inflation Global Bond Fund (producto muy popular entre los fondos de pensiones españoles), el AXA US Short Duration High Yield, el AXA Euro Credit Short Duration y el AXA Europe Short Duration High Yield. De cara al futuro, una de sus principales apuestas es el AXA WF Optimal Income, fondo cuya exposición a renta variable europea puede ir del 25% al 75%, así como su versión global, el AXA WF Global Optimal Income, con la misma filosofía y que en septiembre cumple tres años. También las estrategias de ISR, donde la entidad lanzará próximamente un fondo verde que invierte en renta fija corporativa global, al frente del cual estarán gestores estrella de la firma.

Tendencias y cambios en la industria

Barros de Lis cree que sus clientes empezarán a interesarse por productos de small caps y también por REITS europeos, lo cual se producirá cuando los niveles sean más atractivos. “Las subidas registradas a principios de año han asustado al inversor, que en estos momentos se mantiene a la espera”. Otra de las grandes tendencias que anticipa tras haberla apreciado en la oficina que dirige hace referencia a la evolución de la propia industria. “En 2015 hemos visto un cambio muy relevante en cuanto al mix de clientes. Ahora mismo estamos es un 75% fondo de fondos y un 25% banca privada. Hace un año era justo al contrario. Esto ha sido consecuencia de que hemos pasado de un mundo dominado por el interés de los bancos de captar financiación a través de depósitos bancarios a un entorno en el que las entidades han apostado por los fondos de fondos y en el que hemos visto un enorme desarrollo de los perfilados, concretamente los mixtos perfilados”.

Según explica, esta es una tendencia que ha afectado en mayor o medida a las gestoras internacionales. “A esto hay que añadir que las gestoras domésticas están haciendo un gran esfuerzo, ya que es una forma de aportar valor por una doble vía: por un lado en el asset allocation, que es la parte de la gestión más difícil y que mayor valor aporta a las carteras y, por el otro, en la impresionante labor de selección y análisis de fondos que realizan. En este sentido, no tengo ninguna duda de que los equipos de selección y análisis de fondos en España están al nivel de los mejores del mundo. Al cliente le das un producto muy fácil y a las gestoras extranjeras les resulta un cliente muy interesante, al tener un perfil muy técnico y cualificado. Esto ha hecho que el panorama haya cambiado radicalmente desde hace un año. Es algo que veíamos venir, que anticipábamos claramente, pero que se ha producido de una manera muy rápida”.

Otra tendencia que anticipa la responsable de AXA IM es que “se van a empezar a diseñar fórmulas de inversión para los clientes a largo plazo, algo que todavía no existe. Hoy por hoy falta el que exista un tratamiento fiscal más favorable para la inversión a largo plazo, para la previsión social complementaria, en la que o bien tienes un incentivo fiscal de verdad o te vas de los fondos de inversión. Se trata de disponer de un vehículo que te permita dejar tus ahorros con un vencimiento más largo y con una mentalidad de inversión diferente. Ese vehículo, que debería existir, hoy por hoy no existe porque no hay un incentivo fiscal de verdad y porque la percepción que se tiene es que los fondos de pensiones no pueden competir con los fondos de inversión, ni en rentabilidad ni en comisiones. Ahí vamos a ver un desarrollo importante. Esto va a llegar. Es necesario. Por el momento, esto no se ha plasmado en ninguna iniciativa concreta por parte de ningún banco”.

Dos cambios importantes en el equipo

En el equipo de la oficina, formado actualmente por ocho miembros, con las que Barros de Lis aspira a situar a la entidad en el top 10 de gestoras extranjeras por patrimonio en España, han ocurrido dos cosas importantes este año. La más reciente es que, desde el 1 de septiembre, Leticia Aymerich, ha sido nombrada responsable de servicio al cliente de AXA IM para Latinoamérica, funciones que desempeña ya desde Connecticut (EE.UU). “Aunque deja un puesto vacante en la oficina, que pensamos cubrir, este nombramiento es importante porque demuestra que apostamos por la promoción interna más allá de nuestras fronteras, y se enmarca dentro del plan de internacionalización de la compañía. La expansión internacional es la gran apuesta de AXA IM. Además de EE.UU, donde se ha creado la región Américas con un equipo local para atender al cliente americano (US onshore) y latinoamericano, hemos reforzado nuestra posición en Asia y abierto la oficina de Nordics, formada por tres personas, que cubren Finlandia Dinamarca, Suecia, Noruega e Islandia”, indica.

“La otra gran novedad que han vivido este año ha sido la incorporación al equipo de Jaime Albella, lo que para nosotros fue muy importante, ya que nos permite afinar nuestro servicio para las bancas privadas”. En la oficina están haciendo un especial esfuerzo con el inversor institucional. Es el caso, por ejemplo, de las aseguradoras. “Hasta el momento, muchas de ellas habían estado invertidas en deuda española, clase de activo con la que consiguieron rentabilidades muy atractivas. Hoy todavía no se ven en la acuciante necesidad que tienen las aseguradoras europeas en su búsqueda de yield, lo que les obliga a apostar por activos de más riesgo. En España, las necesidades de las compañías de seguros no son tan imperiosas, aunque existe cierta sensibilidad hacia este tema. Lo que antes estaba invertido en deuda pública se destina ahora a renta fija privada, bonos con mayores vencimientos o high yield. También miran activos como los senior loans (préstamos sindicados). Hay un desplazamiento del espectro de riesgo, lo cual es novedoso, pero va despacio”, concluye.