“En el actual entorno de moderada expansión, a la bolsa aún le queda recorrido alcista”

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El entorno macroeconómico actual es muy favorable, sobre todo si se compara con la situación vivida en 2012. “El riesgo de ruptura del euro se ha reducido, el ajuste fiscal estadounidense ya tiene respuesta y China ha evitado un aterrizaje brusco de su economía. A todo esto hay que añadir que, en términos generales, el PIB mundial crece a un ritmo del 2,5% y que la inflación es inferior a la registrada el año pasado, gracias a lo cual las medidas de estímulo de los bancos centrales van a perdurar tanto este año como el próximo”, afirma Manuel Arroyo, director de Estrategia para España y Portugal de J.P.Morgan Asset Management.

En el tradicional desayuno trimestral celebrado con prensa, el experto se muestra convencido de que este entorno sigue siendo favorable para los activos de riesgo, en especial para la renta variable. “En un entorno de expansión económica moderada, a la renta variable aún le queda recorrido. Las valoraciones de la Bolsa de Estados Unidos, por ejemplo, están por debajo de los niveles alcanzados en los años 2000 y 2007, con un PER inferior al de su media histórica. Además, la rentabilidad por dividendo frente a la TIR del activo libre de riesgo sigue siendo superior. Esto hace que todavía tenga sentido invertir en renta variable”, afirma el experto.

De hecho, EE. UU. es una de las regiones que sobrepondera. “El país crea empleo y está viendo cómo su mercado inmobiliario se recupera. Esto es tremendamente importante para el consumo y para el crecimiento económico, por su fuerte contribución al PIB”. En este sentido, Arroyo recuerda que los activos totales de los hogares americanos han vuelto a alcanzar los máximos de 2007. Por otro lado, la Fed se ha comprometido a mantener su política monetaria hasta que la tasa de desempleo caiga al 6,5%, lo cual sirve de apoyo al mercado. “Nuestro escenario central elaborado a partir de la proyección del crecimiento actual es que el paro no caiga a este nivel hasta noviembre de 2014. En el escenario más optimista, esto no ocurrirá hasta mayo".

El mercado estadounidense no es, sin embargo, el único en el que se muestra optimista. Europa también disfruta del interés de la gestora. “El continente acumula ya cinco trimestres consecutivos de recesión y no volverá a la senda del crecimiento hasta finales de 2013 o principios de 2014”. De la eurozona se espera que deje de ser el epicentro de la crisis, aunque “una obsesión desmedida por la austeridad podría provocar una recesión aún más profunda”. Arroyo cree que existen motivos para el optimismo, entre ellos, unos déficits de las balanzas comerciales entre Alemania y los periféricos que tiende a cerrarse o la mejora de la competitividad de países como Italia o España.

En su opinión, Chipre ha sido un caso especial. “No será origen de nuevos problemas”, asegura. Eso sí: el experto cree que "la crisis chipriota se podría haber gestionado de una manera que hubiese provocado menos volatilidad en los mercados". Respecto a España, el director de Estrategia de J.P.Morgan AM mantiene una opinión favorable sobre la evolución de su economía y las medidas adoptadas. Cree que el gran problema del país es el elevado nivel de desempleo. En la casa reconocen estar invertidos en deuda pública periférica -en general- y española -en particular-, haciendo apuestas relativas entre el bono español y el italiano.

Entre las grandes apuestas de la firma en renta variable también está Japón. "Ha sido la gran sorpresa” tras haber fijado la autoridad monetaria una meta de inflación del 2% y país sobre el que, pese a los problemas estructurales que arrastra, en J.P.Morgan AM están revisando al alza sus perspectivas de crecimiento. En términos generales, la estrategia de sobreponderar los mercados desarrollados resultó muy exitosa en el primer trimestre del año. En este sentido, su favorable comportamiento contrastó con la negativa evolución mostrada por las bolsas emergentes.

“Las economías emergentes crecen a un ritmo más fuerte y, además, disponen de unas cuentas públicas más saneadas. Son mercados baratos, con un valor en libros ligeramente superior a uno, lo que indica que es un buen momento (cuando el indicador está entre dos y tres indica que está caro). Sin embargo, para que nuestra apuesta sea más clara necesitamos ver un crecimiento en los beneficios de sus compañías”, afirma. A juicio de Arroyo, “la cuestión no es si el gap entre la rentabilidad de las bolsas emergentes y las desarrolladas se va a cerrar, sino el momento en el que lo hará”.