“En comparación con el año pasado, somos algo menos agresivos en renta variable"

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El 2014 ha resultado ser un año muy diferente a lo que se preveía hace doce meses. “Los bancos centrales continúan adoptando medidas extraordinarias porque nos encontramos en un entorno macro extraordinario, algo que conviene tener muy presente a la hora de fijar nuestras perspectivas para el crecimiento, la política monetaria y los precios de los activos”, recuerda Valentijn van Nieuwenhuijzen, responsable del equipo de multiactivos en ING Investment Management.

El experto ha estado recientemente en Madrid presentando sus previsiones para el año próximo. “En comparación con el año pasado, somos algo menos agresivos en renta variable, donde no obstante nos mantenemos sobreponderados, estamos neutrales en bonos del Tesoro estadounidense y en materias primas y mantenemos un optimismo moderado con respecto a las perspectivas de la renta fija (sobre todo high yield y deuda de mercados emergentes) y el sector inmobiliario (principalmente REIT), dos posiciones que han contribuido a la rentabilidad en 2014”, explica.

Van Nieuwenhuijzen reconoce que sus previsiones son algo más positivas que las del consenso pero realmente cree que hay motivos para el optimismo: “La recuperación subyacente de los mercados desarrollados se encuentra en su momento más sostenible desde el inicio de la crisis”, una afirmación que, según indica, respaldan los indicadores de empleo, el repunte de fusiones y adquisiciones y la mejora de las previsiones de inversión en activo fijo (capex) por parte de unas empresas con balances saneados que acumulan ingentes cantidades de efectivo.

“La recuperación del crecimiento económico mundial se ve reflejado en la mejora de las cifras de empleo −incluso en Europa− que, combinada con la caída de los precios del petróleo, contribuirá al crecimiento de las rentas de los hogares y estimulará la demanda, un factor clave porque el consumo representa entre un 60 y un 70% del PIB de la mayoría de los mercados desarrollados”. Además, considera que la austeridad presupuestaria y el proceso de desapalancamiento que aún vive gran parte del mundo desarrollado implican muy poco riesgo de recalentamiento, por lo que defiende que “los inversores deberían apostar por los activos de riesgo en vez de adoptar posiciones defensivas, ya que las primas de riesgo resultan atractivas”.

Japón y Europa concentran las mejores oportunidades en renta variable

En renta variable, el equipo de multiactivos de ING IM centra sus apuestas en Japón y en Europa. Van Nieuwenhuijzen considera que “las Abenomics han decepcionado tanto en la ejecución como en los resultados” pero sigue viendo mucho potencial en el mercado nipón. “Pese a que el PIB se contrajo en el tercer trimestre, las empresas japonesas no solo consiguieron mejorar sus beneficios, sino que la mayoría prevé incrementar el capex y la contratación, dos pilares básicos para una recuperación económica sostenible. Sin embargo, las valoraciones siguen resultando atractivas. Por este motivo, el mercado de renta variable japonesa es nuestro favorito ahora mismo”. Para el experto, la clave seguirá estando en la evolución de la inflación.

En Europa, pese a que el crecimiento seguirá siendo inferior al de otros mercados desarrollados, los resultados empresariales se verán respaldados por varios factores: “Un porcentaje elevado de empresas europeas exportan fuera de la UE, por lo que se verán beneficiadas por el crecimiento mundial. La depreciación del euro también resultará positiva para las empresas exportadoras y el menor coste de la energía contribuirá a mejorar los márgenes. Lo cierto es que no me sorprendería que las empresas europeas se comporten mejor que las estadounidenses en 2015 por las mejoras de beneficios.” Aun así, como señala el experto, el desempleo y la incertidumbre política podrían traducirse en nuevas presiones deflacionistas.

Van Nieuwenhuijzen capitanea un equipo de 20 personas integrado por economistas, estrategas y gestores de carteras que gestiona activos por valor de 9.000 millones de euros. El equipo aplica un proceso de inversión muy estructurado que se apoya en dos pilares: el análisis fundamental y el sentimiento de los inversores, reflejado en los movimientos de los flujos, el momentum y el posicionamiento. “Creemos que hay buenos motivos para escuchar lo que tenemos que decir, como demuestra el buen comportamiento de nuestros fondos, muchos de los cuales cuentan con cuatro o cinco estrellas Morningstar. A la hora de invertir es inevitable cometer errores, pero lo importante es acertar más veces de las que te equivocas”, concluye.