El servicio Compra Programada de Itaú Unibanco capta 325 dólares de media por cliente en 2011

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Para contratar la Compra Programada basta con escoger las acciones o los ETF que se quieran de entre los seleccionados por la entidad y el importe que se quiere invertir mensualmente. Cada mes, en la fecha elegida, el banco hace un cargo automático en la cuenta corriente del cliente por la operación sin necesidad de que éste envíe una orden de compra. Hasta tres días antes de esta fecha, el cliente puede cancelar la operación. Quien compra el activo en la bolsa es Itaú Corretora.

"Al hacer una aplicación programada, el cliente se disciplina a ahorrar. Al mirar para un horizonte más largo, los riesgos relacionados con la volatilidad del mercado son reducidos", señala Roberto Corrêa da Fonseca, responsable de Itaú Corretora. El equipo de analistas de Itaú seleccionó acciones con alta liquidez y con alto potencial de revalorización, por ejemplo, Petrobras, Vale e Itaú, así como ETF de Ibovespa.

La inversión realizada a través de la Compra Programada tiene un descuento en los costes de entre el 20% y el 90% de corretaje y una exención de la tasa de custodia durante seis meses.

Según Corrêa da Fonseca, este producto ha captado la atención de BM&FBovespa, ya que ejecutivos de la bolsa se interesaron por conocer su funcionamiento y lo consideraron una alternativa interesante para atraer a las personas físicas al mercado de acciones. Y es que el objetivo del banco ha sido precisamente ese, crear una herramienta muy simple para atraer a los clientes a los que les resulta complicado invertir en bolsa. En este sentido, BM&FBovespa está teniendo dificultades para atraer nuevos inversores. De hecho, en agosto, la bolsa lanzó una nueva política de tarifas para el pequeño inversor y su objetivo de llegar a un públio de cinco millones de particulares en 2014 ha sido prorrogado hasta 2018.